Fordlandia: The Rise and Fall of Henry Ford’s Forgotten Jungle City
ENGLISH review on The Guardian – FRANÇAIS Un article actuellement dans Books Magazine Utopie «Ci-gît le village modèle de Henry Ford»
Fordlandia. Grandeza y decadencia de la ciudad selvática olvidada de Henry Ford. Un libro de Greg Grandin
Aqui yace el pueblo modelo de Henry Ford
Debió haber sido un paraíso, fue un infierno. Entre 1927 y 1945, el padre de la industria automóvil americana creó en plena selva amazónica una ciudad agroindustrial ideal, dedicada a la explotación del caucho y al progreso de la humanidad: Fordlandia. Las leyes del trópico no tardaron en ocuparse de esta utopía…
Durante el verano de 1927, un cierto Willis Blakeley, 37 años, un empleado de alto nivel de Ford, desembarca en el puerto brasileño de Belém, en la desembocadura del Amazonas, después de una travesía fastidiosa de dos semanas desde Nueva York. Había sido enviado a Brasil para una misión secreta: negociar concesiones con el gobierno y fundar una plantación de caucho organizada alrededor de un pueblo, sobre tierras que la compañía había ubicado a lo largo de Tapajós, un afluente del Amazonas, a mil kilómetros y seis días en barco de Belém.
Este proyecto, en gestación desde hace dos años, era la pieza más ambiciosa del programa de pueblos industriales modelos concebido por Henry Ford – la construcción de pequeñas comunidades autosuficientes donde la industria y la agricultura coexistirían, ayudándose entre si, liberadas de las fuerzas corrosivas del capitalismo. En el espíritu de Ford, se trataba fundamentalmente de pueblos típicos de la América media: casas de madera dispuestas alrededor de plazoletas, con aserraderos y centrales hidroeléctricas, y, para la edificación moral de los habitantes, actividades como el golf y la contradanza. Desde el principio años 1920, Ford había inaugurado varios de estos pueblos en los Estados Unidos. Ahora había decidido fundar uno – bautizado Fordlandia – en este lugar lejano e inhospitalario de los trópicos, a la vez para liberar a su empresa de su dependencia del caucho importado, y para exportar a la selva sus valores del Medio Este. En apuesta, nada menos que la «redención» del Amazonas, según su hijo Edsel.
UNA METÁFORA DEL PROVINCIALISMO Y LA PRESUNCIÓN DE LA NORTE AMERICA DEL SIGLO XX – DE SU ORGULLO DESMEDIDO
Profesor de historia latinoamericana en New York University, Grandin explica los veinte años durante los cuales Ford se agitó para sacarle beneficios a la selva, un combate que puso de frente a frente la eficacia de sus métodos con un medio ambiente caótico que resistió a todos los intentos de domesticación.
Cuando Henry Ford II, el nieto del fundador, fue nombrado presidente compañía en 1945, una de sus primeras decisiones fue cerrar Fordlandia. Al término de cerca de veinte años y 20 millones de los dólares de inversiones, el terreno fue vendido al Estado brasileño por 244.200 dólares – el monto exacto de las indemnizaciones del despido de los empleados del sembradío. Henry Ford era entonces un hombre agobiado, senil, enfermo y torturado por la muerte precoz de su hijo Edsel. El Estado brasileño, abandonó Fordlandia en los años 1950, dejando la ciudad desagregarse en la tufarada ecuatorial. Pero, como lo observa Grandin en la conclusión de este libro cautivante, la visión “Fordiana” de un paraíso agroindustrial en el corazón de la selva ha sido recuperada por los gigantes de la agroindustria como Cargill, con consecuencias devastadoras: hoy, allí dónde Fordlandia se levantaba hace poco, fábricas de transformación de madera y inmensas plantaciones de soya están destruyendo la selva Amazónica. Galeria de Hennry Ford en Flckr
Picasa galley del estado actual de Fordlandia
Extractos de un articulo publicado en el New York Review of Books
Gentrificación en 23 de Enero? _Ciudad Vertical por Desitecture UK
English on Archdaily or Earthtechling
Ciudad vertical: un edificio de alta densidad, proyectado para la parroquia 23 de enero, con el objetivo de revalorizar el terreno. Este edificio es una metáfora para la vida urbana real, poseyendo todos los elementos de trabajo, ocio, hogar y sentido de pertenencia. Ciudad Vertical propone un cambio totalmente innovador capaz de trasladarnos al futuro y, además, crea una nueva perspectiva de los barrios caraqueños.
Escribir sobre el diseño de Ciudad Vertical propuesto por la firma británica Desitecture para Caracas, Venezuela, no es una tarea fácil. Por un lado, es un diseño fascinante, futurista para la vida urbana de alta densidad, impulsada por tecnologías sostenibles. Por otra parte, es un proyecto de rascacielos completamente desconectado de su contexto y en ruptura con la escala local, completado por bares, cafeterías y restaurantes. Una propuesta para un icono urbano de una zona de bajos ingresos como es el sector 23 de enero en Caracas.
Primero el sitio. Un conjunto residencial moderno (el mas extenso desarrollo de hábitat social para su época) compuesto por torres de habitación espacios de esparcimiento así como instalaciones deportivas. Las bien conocidas torres fueron invadidas el 23 de enero de 1958, cuando el Dictador Perez Jimenez fue expulsado después de un golpe militar. En aquel tiempo, masas de ciudadanos de clase desfavorecidas y sin hogar corren hacia las torre y han vivido allí desde entonces. Con el paso del tiempo barrios informales se fueron instalando en los espacios intersticiales concebidos originalmente para el esparcimiento. solo han sido preciosamente preservados por la comunidad los espacios deportivos.
Según Desitecture, el desarrollo de Ciudad Vertical daría a los «stakeholders» la opción de desplazarse o completamente (¿a dónde?) o «a la emergente comunidad micro económica de la torre, obteniendo un ingreso en el desarrollo de sus partes de tierra urbana». Mientras seria «genial» que Caracas este dispuesta a dar alguna comisión o ingreso sobre un posible desarrollo inmobiliario que parte de un sistema económico que esencialmente ha sido invadido desde 1958 (sin entrar en la discusión de la legitimidad de esto), realmente tenemos que preguntarnos si esta comisión será suficiente para dar a residentes de bajos recursos suficiente dinero para vivir a un estilo de vida jet set sugerido por las imágenes del proyecto! (tal vez las lamparas de Achille Castiglioni en los interiores de apartamentos fueron demasiado!)
Ciudad Vertical es una torre de 180 pisos que parece ser un voladizo que tuerce, pero es de hecho una estructura simple con sólo «la elipse» superior que constituye un elemento en volado. El apoyo principal de este edificio de es un marco estructural vertical y diagonal que contiene la circulación y los servicios que traspasan las tres elipses y pasan dentro de las cuarenta y cinco primeros pisos, donde se encuentran los jardines superpuestos y las granjas urbanas. Los elementos externos de la piel de la torre son hechos de unidades ligeras prefabricadas que contienen una estructura hueca con micro turbinas integradas que transforman la piel en una fuente de energía eólica, y solar a través de paneles fotovoltaicos en la piel interior. La convección natural ayuda a calentar y refrescar el edificio.
Ciudad Vertical es un diseño valiente e interesante desde un punto de vista energético y estructural que busca – tal vez de una manera un tanto ligera – nuevas formas de articular desarrollo económico con desarrollo local. Pero su tour de force es que logra poner de nuevo sobre la mesa respuestas futuristas a los problemas urbanos de Caracas y a estimular el debate de la ciudad de mañana…
Libremente adaptado de Susan DeFreitas