Slum Strategies: The City’s Viscosity by Maurits Ruis
IN ENGLISH – Por Maurits Ruis – El mundo se urbaniza con una velocidad sin precedentes, lo que resulta en ciudades que surgen sin ninguna planificación formal o diseño. Urbanistas y planificadores luchan por mantener el ritmo y tratar con el fenómeno del urbanismo informal. Inmensos asentamientos informales, favelas, barrios y villas miseria son el resultado.
La estrategia por defecto hacia los asentamientos informales durante mucho tiempo ha sido la demolición y reemplazo con habitaciones sociales, un enfoque que en los últimos años está reluctantemente siendo substituido por estrategias de mejoramiento de los asentamientos informales. La ventaja de esta estrategia es que las estructuras socioeconómicas frágiles pero valiosas con las que cuentan los asentamientos informales están siendo conservadas, y con ellas el potencial de las comunidades para ser autosuficientes.
Sin embargo, la escala de las intervenciones actuales es apenas adecuada para tratar con la inmensa magnitud del problema cuando, según estimaciones de Naciones Unidas, el número de habitantes de los asentamientos informales debe aumentar de mil millones durante los próximos 30 años. Para comenzar a tratar con los asentamientos informales en una escala apropiada, sería por consiguiente útil conceptualizar el fenómeno de los asentamientos informales, que a plazo podría proporcionar explicaciones de las cuales podrían derivar estrategias y soluciones.
ViscoCity
Nosotros podríamos por ejemplo analizar las ciudades en términos de su variabilidad, o viscosidad, siendo esta lo opuesto de la fluidez. En física, la definición de viscosidad es una medida de la resistencia de una sustancia que está siendo deformada por una tensión. Esto quiere decir que un fluido de poca viscosidad se comporta como el agua, y que un fluido de alta viscosidad se comporta más bien como el jarabe.
En un contexto urbano, el concepto de viscosidad podría ser una medida de variabilidad del tejido urbano. En este sentido, un tejido urbano sumamente viscoso no sería muy variable, mientras que un tejido urbano con poca viscosidad estaría más sujeto al cambio . La tensión, en este contexto, puede ser demográfica, tecnológica, socioeconómica, ambiental, o cualquier otra clase de cambio que fuerce el tejido urbano a adaptarse.
Una ciudad como Roma por ejemplo puede ser considerada como sumamente viscosa, en cuanto a su reducida “tasa” de cambio”. Del otro lado del espectro están los asentamientos informales, que tienen poca viscosidad, y están muchísimo mas sujetos al cambio. En términos Darwinianos, la adaptabilidad es un requisito para la supervivencia, que puede explicar por qué ciudades jóvenes como los barrios informales, favelas etc, son tan sumamente adaptables. Posteriormente, cuando las ciudades envejecen y su existencia es justificada, ganan viscosidad y poco a poco se cristalizan.
La viscosidad de cualquier ciudad, o su capacidad de cambiar, dependen de las restricciones impuestas al cambio. Estas restricciones a menudo vienen en forma del papeleos y burocracia; zonificación, reglamentaciones de construcción y la consulta pública obligatoria, son ejemplos de los mecanismos que hacen más viscoso un entorno urbano. Las ciudades en el Reino Unido por ejemplo pueden ser consideradas relativamente viscosas, ya que cualquier cambio propuesto en el tejido urbano tiene que ser consultado con todos los interesados, como los Gobiernos municipales, la Environement Agency, English Heritage y la Sociedad Victoriana, por nombrar sólo a unos cuantos. Al contrario las ciudades en países de desarrollo tienen poca viscosidad, ya que los cambios en el tejido urbano suceden libremente y relativamente sin los obstáculos de las reglamentaciones de construcción o de la planificación urbana entre otros agentes de control.
- Roma en 1748 y hoy: Muy poco ha cambiado; el tejido urbano es altamente viscoso
Guillermo Fischel de Colegio Darthmouth (Hanovre, NH) argumenta que la función primaria de toda esta burocracia es proteger el valor de los bienes raíces. La existencia misma de la zonificación en particular, explica Fischel, viene principalmente de los propietarios, que buscan evitar la devaluación de sus bienes evitando que fábricas sean construidas cerca de sus propiedades. La Zonificación, en este sentido, es una póliza de seguros para la inversión de capital. Esto explica por qué algunas partes de ciudades donde el mercado inmobiliario es sometido a mucha tensión, como por ejemplo Mayfair o Belgravia en Londres, son extremadamente reguladas, y por lo tanto sumamente viscosas. Esto también explica por qué los asentamientos informales, que en la perspectiva del mundo de los negocios y de la política son de valor económico marginal, tienen una viscosidad baja, haciéndolos de facto entidades libres donde todo es posible.
La viscosidad alta funciona en ciudades con una burocracia, un mercado inmobiliario y una economía bien establecidas, pero para las ciudades que todavía se desarrollan, un entorno extremadamente regulado podría fácilmente resultar en un atasco que bloquearía cualquier futuro desarrollo. Por eso es tan peligroso imponer violentamente los modelos de ciudades desarrolladas a ciudades o países en desarrollo, (como el FMI solía hacerlo). Para las ciudades que todavía se desarrollan, un entorno menos regulado sería más beneficioso.
Esto no implica que nosotros deberíamos ensalzar la naturaleza ilegal de ciudades informales, ya que la anarquía trae muchos sacrificios. En cambio una mirada mas holgada hacia la legislación debería ser vista como la etapa inicial de una vía hacia el desarrollo. Esto no es un concepto nuevo. Históricamente, los países en vías de desarrollo solían tener una enfoque flexible hacia la ley para permitir el desarrollo. Los Estados Unidos por ejemplo solían ignorar los derechos de autores extranjeros para dar a la joven nación la oportunidad de desarrollarse. Y más recientemente, los gobiernos brasileños e indios negociaron la libertad de reproducir vacunas del SIDA con la OMC, independientemente de la existencia de patentes, en razón de la emergencia nacional que esto representa.
Shinjuku, Tokio 1969-2004: 35 años de cambio en 35 segundos.
El tejido urbano demuestra tener poca viscosidad.
Teniendo todo esto en cuenta, una gestión organizada en la cual se permite una ‘anarquía’ inicial, y en la cual la ‘ley’ es establecida gradualmente, sería preferible y realizable, provocando al mismo tiempo la mejora del tejido urbano informal y sus dinámicas. Esto podría significar por ejemplo el funcionamiento con umbrales, en los cuales un nivel de ingreso estaría relacionado con la suma de impuestos a pagar. Estos impuestos a su turno podrían ser reinvertidos en el tejido urbano y la infraestructura física, que haría la tela urbana más viscosa al mismo paso que los niveles de bienestar y la demanda económica. Una espiral ascendente.
Una ventaja adicional de este enfoque sería que deja espacio a la evolución por “ensayo y error” y a la innovación, y a través de esto, a la autosuficiencia. Esto es un enfoque que cultivará una economía con una necesidad mínima de inversión de capital o de intervención del estado. Esto será un enfoque que no destruye o sustituye el tejido urbano y las estructuras socioeconómicas que contiene, pero que más bien los respeta y nutre. Esto puede ser una de las indispensables estrategias para mejorar grandes áreas urbanas informales con un mínimo de energía, inversión o intervención.
Mirar la ciudad por el lente de la viscosidad muestra que, en términos de bienes raíces la alta viscosidad es preferible ya que crea un entorno seguro, fiable en el cual el valor de propiedad es asegurado. En términos de creación de valor sin embargo, una ciudad con una viscosidad baja es preferible, puesto que la ausencia de legislación cataliza el desarrollo. Esto ilustra que cualquier intervención debería ser considerada en relación con el estado de viscosidad de una ciudad o distrito – que debería ser determinado antes de que cualquier acción sea emprendida – y que no existen soluciones universales. En otras palabras: esto nos dice de ir con el flujo.
Fordlandia: The Rise and Fall of Henry Ford’s Forgotten Jungle City
ENGLISH review on The Guardian – FRANÇAIS Un article actuellement dans Books Magazine Utopie «Ci-gît le village modèle de Henry Ford»
Fordlandia. Grandeza y decadencia de la ciudad selvática olvidada de Henry Ford. Un libro de Greg Grandin
Aqui yace el pueblo modelo de Henry Ford
Debió haber sido un paraíso, fue un infierno. Entre 1927 y 1945, el padre de la industria automóvil americana creó en plena selva amazónica una ciudad agroindustrial ideal, dedicada a la explotación del caucho y al progreso de la humanidad: Fordlandia. Las leyes del trópico no tardaron en ocuparse de esta utopía…
Durante el verano de 1927, un cierto Willis Blakeley, 37 años, un empleado de alto nivel de Ford, desembarca en el puerto brasileño de Belém, en la desembocadura del Amazonas, después de una travesía fastidiosa de dos semanas desde Nueva York. Había sido enviado a Brasil para una misión secreta: negociar concesiones con el gobierno y fundar una plantación de caucho organizada alrededor de un pueblo, sobre tierras que la compañía había ubicado a lo largo de Tapajós, un afluente del Amazonas, a mil kilómetros y seis días en barco de Belém.
Este proyecto, en gestación desde hace dos años, era la pieza más ambiciosa del programa de pueblos industriales modelos concebido por Henry Ford – la construcción de pequeñas comunidades autosuficientes donde la industria y la agricultura coexistirían, ayudándose entre si, liberadas de las fuerzas corrosivas del capitalismo. En el espíritu de Ford, se trataba fundamentalmente de pueblos típicos de la América media: casas de madera dispuestas alrededor de plazoletas, con aserraderos y centrales hidroeléctricas, y, para la edificación moral de los habitantes, actividades como el golf y la contradanza. Desde el principio años 1920, Ford había inaugurado varios de estos pueblos en los Estados Unidos. Ahora había decidido fundar uno – bautizado Fordlandia – en este lugar lejano e inhospitalario de los trópicos, a la vez para liberar a su empresa de su dependencia del caucho importado, y para exportar a la selva sus valores del Medio Este. En apuesta, nada menos que la «redención» del Amazonas, según su hijo Edsel.
UNA METÁFORA DEL PROVINCIALISMO Y LA PRESUNCIÓN DE LA NORTE AMERICA DEL SIGLO XX – DE SU ORGULLO DESMEDIDO
Profesor de historia latinoamericana en New York University, Grandin explica los veinte años durante los cuales Ford se agitó para sacarle beneficios a la selva, un combate que puso de frente a frente la eficacia de sus métodos con un medio ambiente caótico que resistió a todos los intentos de domesticación.
Cuando Henry Ford II, el nieto del fundador, fue nombrado presidente compañía en 1945, una de sus primeras decisiones fue cerrar Fordlandia. Al término de cerca de veinte años y 20 millones de los dólares de inversiones, el terreno fue vendido al Estado brasileño por 244.200 dólares – el monto exacto de las indemnizaciones del despido de los empleados del sembradío. Henry Ford era entonces un hombre agobiado, senil, enfermo y torturado por la muerte precoz de su hijo Edsel. El Estado brasileño, abandonó Fordlandia en los años 1950, dejando la ciudad desagregarse en la tufarada ecuatorial. Pero, como lo observa Grandin en la conclusión de este libro cautivante, la visión “Fordiana” de un paraíso agroindustrial en el corazón de la selva ha sido recuperada por los gigantes de la agroindustria como Cargill, con consecuencias devastadoras: hoy, allí dónde Fordlandia se levantaba hace poco, fábricas de transformación de madera y inmensas plantaciones de soya están destruyendo la selva Amazónica. Galeria de Hennry Ford en Flckr
Picasa galley del estado actual de Fordlandia
Extractos de un articulo publicado en el New York Review of Books
Let’s colour!
En Français – In English – Un momento de poesia con esta publicidad de la marca de pintura Dulux llamada Let’s colour! en donde pintan una escuela en Londres, las escaleras Lapa en Rio de Janeiro, habitaciones sociales en Aulnay-Paris y todo un barrio en Jodhpur en India. 120 colores intensos fueron utilizados para colorear muros grises viejos y deteriorados. Mas de 650 personas de todo el mundo trabajaron gratuitamente y el resultado es impresionante. Let’s colour! es ademas un interesante proyecto a seguir en : www.letscolourproject.com
Gentrificación en 23 de Enero? _Ciudad Vertical por Desitecture UK
English on Archdaily or Earthtechling
Ciudad vertical: un edificio de alta densidad, proyectado para la parroquia 23 de enero, con el objetivo de revalorizar el terreno. Este edificio es una metáfora para la vida urbana real, poseyendo todos los elementos de trabajo, ocio, hogar y sentido de pertenencia. Ciudad Vertical propone un cambio totalmente innovador capaz de trasladarnos al futuro y, además, crea una nueva perspectiva de los barrios caraqueños.
Escribir sobre el diseño de Ciudad Vertical propuesto por la firma británica Desitecture para Caracas, Venezuela, no es una tarea fácil. Por un lado, es un diseño fascinante, futurista para la vida urbana de alta densidad, impulsada por tecnologías sostenibles. Por otra parte, es un proyecto de rascacielos completamente desconectado de su contexto y en ruptura con la escala local, completado por bares, cafeterías y restaurantes. Una propuesta para un icono urbano de una zona de bajos ingresos como es el sector 23 de enero en Caracas.
Primero el sitio. Un conjunto residencial moderno (el mas extenso desarrollo de hábitat social para su época) compuesto por torres de habitación espacios de esparcimiento así como instalaciones deportivas. Las bien conocidas torres fueron invadidas el 23 de enero de 1958, cuando el Dictador Perez Jimenez fue expulsado después de un golpe militar. En aquel tiempo, masas de ciudadanos de clase desfavorecidas y sin hogar corren hacia las torre y han vivido allí desde entonces. Con el paso del tiempo barrios informales se fueron instalando en los espacios intersticiales concebidos originalmente para el esparcimiento. solo han sido preciosamente preservados por la comunidad los espacios deportivos.
Según Desitecture, el desarrollo de Ciudad Vertical daría a los «stakeholders» la opción de desplazarse o completamente (¿a dónde?) o «a la emergente comunidad micro económica de la torre, obteniendo un ingreso en el desarrollo de sus partes de tierra urbana». Mientras seria «genial» que Caracas este dispuesta a dar alguna comisión o ingreso sobre un posible desarrollo inmobiliario que parte de un sistema económico que esencialmente ha sido invadido desde 1958 (sin entrar en la discusión de la legitimidad de esto), realmente tenemos que preguntarnos si esta comisión será suficiente para dar a residentes de bajos recursos suficiente dinero para vivir a un estilo de vida jet set sugerido por las imágenes del proyecto! (tal vez las lamparas de Achille Castiglioni en los interiores de apartamentos fueron demasiado!)
Ciudad Vertical es una torre de 180 pisos que parece ser un voladizo que tuerce, pero es de hecho una estructura simple con sólo «la elipse» superior que constituye un elemento en volado. El apoyo principal de este edificio de es un marco estructural vertical y diagonal que contiene la circulación y los servicios que traspasan las tres elipses y pasan dentro de las cuarenta y cinco primeros pisos, donde se encuentran los jardines superpuestos y las granjas urbanas. Los elementos externos de la piel de la torre son hechos de unidades ligeras prefabricadas que contienen una estructura hueca con micro turbinas integradas que transforman la piel en una fuente de energía eólica, y solar a través de paneles fotovoltaicos en la piel interior. La convección natural ayuda a calentar y refrescar el edificio.
Ciudad Vertical es un diseño valiente e interesante desde un punto de vista energético y estructural que busca – tal vez de una manera un tanto ligera – nuevas formas de articular desarrollo económico con desarrollo local. Pero su tour de force es que logra poner de nuevo sobre la mesa respuestas futuristas a los problemas urbanos de Caracas y a estimular el debate de la ciudad de mañana…
Libremente adaptado de Susan DeFreitas