Símbolos de la identidad de Caracas del valle al mar, arquitectura, cultura y paisaje

Caracas

Julio César Mesa: memoria y perspectivas del hecho construido


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A través de un enfoque que nos recuerda su disciplina de arquitecto, la fotografía de Julio César Mesa retrata la ciudad, sus edificaciones y paisajes. El fotógrafo captura rigurosas imágenes que revelan fielmente la realidad del «hecho construido». El dispositivo de Mesa, desprovisto de manipulaciones, busca revelar la condición del sujeto revelando al mismo tiempo su historia.

Apelando a una composición sin manierismos, las imágenes de Julio César ofrecen retratos de la ciudad que parecen constituir una diligencia proyectual, mitad alzado mitad fotografía. Julio nos propone sinónimos de perspectivas cónicas, caballeras y axonometrías, produciendo instantáneas que devienen sistemas de representación y vehiculan una idea, una visión de creador.

La fuerza de las imágenes de Julio César reside en la capacidad de encontrar el momento y el enfoque perfecto en los que los elementos constructivos, los personajes y los elementos constitutivos del paisaje se coordinan como instrumentos de una orquesta para producir la narrativa más precisa, el dibujo más exacto de las intenciones de los artífices de un edificio o de un paisaje urbano.

Las capturas del arquitecto originario de Caracas y egresado de la Universidad Central de Venezuela no son solo un acercamiento de proyectista sino que parecen figurar un previo a proyecto. Las imágenes de Mesa son un análisis de sitio y un ejercicio de arquitectura concentrado en dos dimensiones a color.

En las palabras del autor, sus imágenes buscan evocar la «sazón del paso del tiempo», otra forma de hablar de la capacidad de la fotografía para imprimir la memoria y constituir testimonios de la ciudad y su arquitectura.

De Caracas le viene, sin duda, al fotógrafo su particular interés por la arquitectura moderna de mediados del siglo XX, sus obras de la capital venezolana desvelan en un mismo gesto los espejismos de un pasado ilustre y un presente incierto, haciendo de su trabajo fotográfico el soporte ideal para repensar la ciudad del futuro en un mundo en transformación.

En el trabajo  de Julio César Mesa se destaca una constante dimensión que podemos calificar de «urbanística». Por no encontrar mejor sinónimo a ese término controversial podríamos hablar de una «dimensión paisajística». Mesa es recurrente en la apertura a la escala del paisaje, sus retratos observan con la misma atención fondo y figura, edificio y contexto.

El buen ejercicio de la ciudad se encuentra sin duda en la capacidad de combinar en un diálogo armonioso, una visión de ciudad –que traduce una de sociedad– y el paisaje, no como entorno o ambiente, sino como personaje y figura.

Mas informacion y galerias fotograficas en www.juliotavolo.com

César Silva Urdaneta

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En la fotografía se observa una de las torres gemelas del complejo Parque central, los trazados de la avenida Lacuna y Bolívar que conduce a la sede del Palacio de Justicia y a las Torres del centro Simon Bolivar, al fondo el paisaje de colinas urbanizadas característico de la ciudad de Caracas.

 


Propatria – Palo Verde, una y otra vez


En el marco del mes del aniversario fundacional de Caracas, Ciudad Evolutiva se propone establecer diálogos entre arquitectura, paisaje y cultura en torno a los símbolos y la identidad de la capital. En esta ocasión, tenemos la dicha de presentar el ensayo «Propatria – Palo Verde, una y otra vez» de Manuel Vásquez-Ortega en el que el arquitecto e investigador nos propone una visión sensible de la capital encontrando en la memoria el instrumento ideal para discernir entre las tinieblas que, a veces, parecen nublar los caminos de la ciudad.

En este texto inédito, escrito en 2018, antes de las últimas conmociones que atraviesan el mundo, Venezuela y Caracas; Manuel nos propone una reflexión sobre el tiempo y la ciudad. El autor asienta en el recorrido del transporte capitalino: Propatria – Palo Verde, una metáfora del ritmo de la ciudad, un tempo según el cual los ciclos históricos de Caracas parecen repetirse irremediablemente.

Manuel Vásquez-Ortega es un arquitecto e investigador egresado de la Universidad de Los Andes (ULA), donde es actualmente profesor del Departamento de Materias Históricas y Humanísticas. Se desempeña igualmente como escritor en diversos medios venezolanos y coordinador de la plataforma de difusión artística Espacio proyecto Libertad con base en la ciudad de Mérida.

Su investigación abarca diversas temáticas de la condición contemporánea extendiéndose de las artes a la política, la ciudad y su arquitectura. Su agudo enfoque encuentra en la historia la substancia privilegiada de narrativas originales y articulaciones inéditas, solicitando la memoria para entender el presente.

Los trabajo de Vásquez-Ortega lo han conducido a presentar su trabajo en distintos Salones y exposiciones colectivas tales como el Ier. Salón «Arte y Sociedad» (Centro Cultural B.O.D. / Goethe Institute, 2018), 20º Salón Jóvenes con FIA (Museo de Arte contemporáneo del Zulia Maczul, Maracaibo, 2017), 13º y 15º Salón Nacional de Jóvenes Artistas (Maczul, 2016-2018) y I Salón «Representación contemporánea de la imagen» (IV Festival Méridafoto, Mérida, 2016).

El fruto de su rico repertorio de investigación ha sido publicado en plataformas como el Archivo de Fotografía Urbana, Prodavinci, Artishock, La Organización Nelson Garrido ONG, Tráfico Visual, entre otras publicaciones nacionales e internacionales.

Las fotografías de Azalia Licón ilustran el ensayo «Propatria – Palo Verde, una y otra vez» las imágenes forman parte de la serie « La Gran Solución » que en las palabras de la artista «Busca representar simbólicamente el deterioro y desvanecimiento de un sistema que en otrora fue ejemplo para otros sistemas masivos de transporte en el continente americano y el mundo, y que sirve como reflejo de una república colapsada».

Azalia Licón es una fotógrafa caraqueña, formada en la Escuela Foto Arte y la Organización Nelson Garrido (Caracas) con estudios de Gestión y Políticas Culturales de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

El trabajo de Azalia se extiende de la fotografía documental a un registro cercano al arte contemporáneo, provistas de un importante « poder evocador » sus fotografías la han llevado a mostrar sus imágenes en diferentes exposiciones colectivas a lo largo de América (Cordoba, Argentina; Nueva York, EE.UU.) y Venezuela (Museo de Arte contemporáneo del Zulia, Maracaibo, Goethe Institut, en el Centro Cultural BOD, entre otras instituciones de la capital venezolana.

Desde el año 2016, Licón dirige los proyectos editoriales Miradas Analógicas y Miradas Reveladas, según la artista: «un espacio alternativo de difusión para fotógrafos y artistas visuales a nivel nacional y regional».

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Azalia Licón. La Gran Solución: políptico de 16 piezas (17cm x 17cm) / Expuesta en el salón Arte y Sociedad. Jóvenes Creadores Venezolanos 2018.

Propatria – Palo Verde, una y otra vez

Una ciudad que gira sobre sí misma no es por definición obligatoria una ciudad radial, aquella que amurallaba su perímetro y se disponía entorno a un centro. El ensimismamiento tampoco se aplica a ésta, pues parece ser consciente de los problemas que a su alrededor suceden, los vive, los padece, los comparte. Desde el inicio de la Edad Moderna, la tratadística urbana ha hablado de la ciudad radiocéntrica como una forma ideal en la que el hombre es el centro del mundo y a la vez su medida; por otra parte, desde la Antigüedad se encuentra la muralla –más allá de la protección– como una forma de hacer lugar y dar la sensación de pertenecer, de estar dentro de algo. Ambos conceptos (lo concéntrico y la fortaleza) son resultados de la cosmología y la circunstancia de ese entonces, pero ¿cómo se podría entender, hoy, una ciudad que vincula a sus habitantes a un centro sin ser radial, y los ata sin ostentar barreras?

Caracas, ciudad, gira sobre sí misma, se repite sin redundar, se cuestiona. De esta manera, los pensamientos de quienes la viven dan vueltas sobre sus acciones cotidianas o bien sobre sus recuerdos de ellas, mientras desandan una metrópoli sobre pasos que ya han sido dados: huellas de desplazados, colonos, indígenas, campesinos, cafetaleros, empresarios, militares y civiles. Con el tiempo, la urbe frecuenta la errática vocación del destino que le dio forma e imagen –esos aires de heterogénea modernidad truncada– para entrar en una etapa de pausa, con más tinieblas que luces. En medio de ella, y de la penumbra que la envuelve, aparecen dos formas de recorrerla: una, a ciegas, asumiendo la imposibilidad de ver como condición irrevocable, y la otra, como adaptación. Idea última, abordada por Giorgio Agamben en la que se afirma que “todos los tiempos son, para quien lleva a cabo la contemporaneidad, oscuros”, donde quienes logran ver entre la tiniebla son aquellos realmente pertenecientes a su momento histórico.

A más de 450 años de su fundación, quienes viven Caracas han aprendido a ver entre la sombra o a sobrevivir sin paisaje. Así, la sonrisa demente de la época se vira sobre la capital para cuestionar nuevamente su presente, un poco del pasado y otro poco del porvenir; maraña histórica que habla de progreso y fracaso, tradición y olvido, vanguardia y ruina, y todo al mismo tiempo. La tendencia pendular de una ciudad como Caracas, se percibe y se experimenta al transitarla, desde los ínfimos detalles de las tapias que se fusionan a fuerzas con la presencia indomable del concreto, a los tejados rojos adheridos por extrañas y caprichosas formas a brillantes y oscas latas de zinc. Imágenes que evidencian la particular contemporaneidad de nuestros atrasos y la naturaleza equívoca de nuestra actual razón, unida a tiempos que se unen y a la vez se bifurcan:

La razón o la conciencia pasan continuamente de un estado a otro, y es en este tránsito donde podemos encontrar el tiempo, como argumentó en algún momento Borges. Pero, ¿cómo es posible entender el tiempo de la conciencia, en una oscura ciudad en la que los ayeres emergen en el futuro? La oscilación marcada por los momentos de luminosidad y momentos de sombra, sin embargo, no es cuestión reciente: Caracas ya ha sido escenario de promesas incumplidas, de conflictos, de dictaduras, de protestas, de hambre, de proyectos inconclusos, y a su vez, existido como espacio de libertad y evolución, de transformación, meca tropical del progreso y capital moderna de la región, hecho que propicia cuestionar si, el tiempo, “ese problema del que no se puede prescindir”, es para Caracas una condena finita o una condición eterna, pues, ¿cómo puede una urbe en constante transformación física, insistir en errores históricos de un pasado nada lejano, mucho menos ajeno? Asunto que hace cavilar si, el regreso al origen del ciclo coincide con la idea nietzscheana del eterno retorno, en la que “(…) esta vida, tal como tú la vives actualmente, tal como la has vivido, tendrás que revivirla una serie infinita de veces; nada nuevo habrá en ella; al contrario, es preciso que cada dolor y cada alegría, cada pensamiento y cada suspiro vuelvas a pasarlo con la misma secuencia y orden”. 

La idea de un tiempo que gira hasta repetirse ha estado presente en la conciencia del hombre desde la más remota antigüedad, en la que la noción de una existencia cíclica influía ineludiblemente en su forma de actuar, y por ende, en su forma de entender la ciudad. Sin embargo, entre estas civilizaciones devotas de lo invariable, cierta idea griega logra superar la representación de un tiempo que sólo se padece, para ser entendido por éstos como recurso histórico, comprendido ahora como problema y objetivo epistemológico con posibilidades de proyección y pronóstico. Desde esta postura, Tucídides llegó a afirmar que “no es que la historia se repita, es que siempre están presentes los mismos factores”, y serán estos elementos estables, opuestos a la condición fugitiva del tiempo, aquellos encargados de recordarnos que la eternidad “es todos nuestros ayeres, y todos los ayeres de todos los seres conscientes”. 

Si bien la imagen de un incesante vaivén caraqueño se demuestra a lo largo de su historia, toma corporeidad y presencia en la invariable trayectoria de los vagones que, sin pausa, movilizan a las masas de transeúntes dentro de la ciudad que gira sobre sí misma. Así, el Metro de Caracas en su condena o condición perenne de Propatria a Palo Verde e inversamente, de Zoológico a Las Adjuntas, de El Valle a La Rinconada, una y otra vez, nos habla de lo inamovible en el movimiento, de lo fugaz en lo eterno. Y es en los límites difusos de esta contradicción en los que se deja ver la verdadera cara de aquello que no cambia, pues, así como según Heráclito “nadie baja dos veces al mismo río”, en ninguna circunstancia, en ninguna de las líneas y en ninguna de las direcciones, un recorrido en Metro será igual a otro.

Pero entonces, ¿qué sucede en ese misterioso espacio en el que el vagón redirecciona y se devuelve? ¿Qué pasa en la plenitud de la luminiscencia que se ve arrastrada a lo absoluto de su antónimo? La primera respuesta es responsabilidad de un diseño eficiente. La segunda, parece apuntar a que la única forma de romper la oscilación pendular de una vuelta errante a la oscuridad, es la memoria; pues, aunque el tiempo marche en su inmutable naturaleza fugitiva, no pasa enteramente si somos inmunes a sus tinieblas…

En definitiva, tal vez no sea Caracas la ciudad que gira sobre sí misma, quizá solo es la idea del retorno decisivo a la luz la que nos sigue rondando en círculos.

Manuel Vásquez-Ortega

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Azalia Licón. La Gran Solución: políptico de 16 piezas (17cm x 17cm) / Expuesta en el salón Arte y Sociedad. Jóvenes Creadores Venezolanos 2018.


Paisajes del futuro de la Ciudad de nuestro desvelo


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Foto cortesía Suwon Lee suwonlee.com

Son ya diez años desde el lanzamiento de Ciudad Evolutiva, un proyecto de arquitectura, urbanismo y paisaje que, en sus esfuerzos de construir la Caracas del futuro, intentó descifrar su identidad. Una década después, la identidad de la urbe sigue siendo tan crucial para ella como para sus habitantes. Qué simboliza Caracas, quiénes comparten los mismos símbolos, más allá de Catia y Petare; qué representa la capital para los que viven a su margen, cuáles son sus linderos, qué es la Gran Caracas y cuál es la resonancia de esa denominación casi olvidada. Hasta dónde se extiende la identidad de una ciudad que acaudala tantos sueños y aspiraciones.

Sus últimos años han sin duda sido los de borrar sus símbolos. Si como lo dijo Cabrujas, para reinventar la ciudad hubiese que primero destruirla. Adiós a tantos símbolos de su paisaje urbano, no están ya ni la tasa de Nescafé ni la esfera de Pepsi, el logo de Savoy ya no domina el paisaje de los Chaguaramos con su “sabor venezolano”. Lo lamentamos sin darnos cuenta que habíamos, tal vez, consagrado como emblema a dispositivos publicitarios. Cuando el presente se hace tenebroso nos aferramos a todo lo que nos recuerda un pasado mejor. 

Pero cómo no llorar sus casas vascas que los conquistadores del erario público transforman en el dolor de las retroexcavadoras en torres de marfil, cuánto nos duele la desaparición de los rastros de esa Caracas de inmigrantes y de prosperidad que tanto nos hizo soñar, el deterioro de su fascinante arquitectura y urbanismo moderno. Se quiebra un pasillo cubierto, rompe el llanto.

A veces, parece que extrañamos una ciudad que ya no existe, pero como lo escribió Pablo Antillano, Caracas merece y demanda una mirada que se sobreponga a todos los obstáculos.

Por eso elegimos encariñarnos con su futuro, intimar con su devenir. Como la plantea en su ensayo Caracas será interior Jonathan Reverón. El cineasta y escritor venezolano nos habla del insomnio de su presente y prefiere refugiarse en una esperanza pragmática para concentrarse en una Caracas del futuro que ama la vida. ¡Qué magnífico escenario Caracas para enamorarse del mañana!

Por esta razón, nos apasionamos de lo vivo, de eso que permanece, así Isaac Pérez Solano nos habla en su ensayo Caracas: otro plano del futuro, de nuestro común amor a la ciudad en la que de vez en cuando nos da el sentimiento de habitar en un Jardín Botánico. Es así como el escritor caraqueño hace coincidir la esperanza de su futuro con su “vernalización”, encontrando en la botánica la metáfora ideal de las condiciones de su florecimiento.

En el marco de la celebración del aniversario fundacional de Caracas y de los 10 años del proyecto Ciudad Evolutiva, ambos autores fueron invitados para contarnos en ensayos sus visiones de la Gran Caracas por venir.

Bajo la misma premisa, el artista Carlos Sánchez Becerra reinterpreta imágenes del proyecto en una visión de la ciudad del futuro. 

A través de una plástica llena de lirismo, Sánchez Becerra propone espejismos de una ciudad mestiza, a veces esquizofrénica, tumultuosa y heterogénea. Como si logrando transparentar el prisma de su violencia se lograse entrever un arcoiris que esconde un tesoro de criaturas antropomórficas, un derroche de vida y de energía. Sus pinturas revelan el aspecto de una urbe que construye su belleza en la cristalización de los contrastes: vegetal y mineral, humana y animal, urbana y rural, pobre y opulenta, blanca y negra. El futuro de Caracas surgirá sin duda en una nueva alquimia que proponga la articulación de sus diferencias para ofrecer a todos sus habitantes espacios de encuentro, una ciudad de convivencia.

La invitación a los tres autores propone celebrar las fechas del aniversario explorando las figuraciones de una ciudad mejor a través de lo sensible y de lo surreal. Buscando enlazar un pasado utópico y un presente incierto a un mejor futuro.

Irreductiblemente optimistas, arquitectos y urbanistas no renunciamos a imaginarle a Caracas un mañana óptimo. En esta intención se inscriben las invitaciones.  Con esa misma energía que hace que el gremio en su conjunto se precipite a responder a cuanto concurso nos permita soñar en dibujarle un futuro. Cuántas serenatas le dedican a Caracas las escuadras de sus estudiantes de arquitectura o urbanismo, cuantas atenciones los profesionales de la ciudad. 

Y qué urbe goza de tantos esfuerzos, incluso para conocerla, para aprender a mirarla, cuántos “arquitours”, semanas de la ciudad, cuántas guías de Caracas del valle al mar (Iván González Viso, Federico Vegas, Peña de Urbina Peña – 2015), y cuántas “rutas de autor” pueden atravesar una ciudad tan fragmentada. En su papel literario de 2003, El Nacional celebraba el aniversario fundacional de Caracas con un ensayo sobre un recorrido en la Ciudad Universitaria, como una iniciativa contra el antipático metal de la costumbre. Sus habitantes se rehúsan a aburrirse de la ciudad y son miles los caminos que proponen para redescubrirla.

De acuerdo a la afirmación de la arquitecto Hannia Gómez, Caracas, como la ciudad de Florencia, la fuimos construyendo para contemplarla cuando sus colinas se empezaron a urbanizar para mirar. Posiblemente, de tanto observarla, Gómez le consagra en cada letra tanta devoción, defendiendo con la misma energía una fuente de cuatro garzas en el centro histórico de Petare o el tesoro que Gio Ponti escondió en el Cerrito.

Así se acumulan las incontables atenciones que ha recibido la ciudad de habitantes e invitados, pues cómo resistir a uno de los sitios geográficos más privilegiados entre las capitales del mundo, a sus paisajes y su flora. En 2001, Enrique Peñalosa Londoño, Alcalde de Bogotá, nos recordaba durante una conferencia que Singapur está arborizada con los legendarios samanes de la capital para concluir que Caracas es absolutamente perfecta. Ya en los años 50, el historiador norteamericano HenryRussell Hitchcock quedaba fascinado al descubrir la extraordinaria condición de su valle florido. Para anunciarnos como una premonición que “Caracas nunca tendrá el enorme tamaño de la Ciudad de México o Buenos Aires, ni el encanto relajado de Rio, pero con su admirable sitio asentado en las montañas y sus espectaculares paisajes celestes, ya ofrece un bosquejo más avanzado de la ciudad moderna que incluso São Paulo. 

Caracas goza además de la fiel protección de tantos ilustres personajes. Para solo mencionar dos célebres “especialistas”, cómo no pensar en el acercamiento de arqueólogo apasionado de Graziano Gasparini o en el empeño de William Niño Araque que no dudaba en decir de Caracas me gusta todo, las lluvias, las sequías, la expresión de los conflictos; aquí lo malo es transitorio frente al imperio de la belleza, la topografía, el clima, los vínculos con el mar, la proporción del valle, las plantas, el ambiente tropical-caribeño de selva húmeda… Caracas es una de las urbes más hermosas del planeta, y única por El Ávila, inigualable jardín vertical.

En lo miles matices del verdor que domina la ciudad, se asienta la conclusión de este enésimo intento por alabar a la “Sucursal del Cielo”

De nuestro origen forestal nos queda como especie una sensibilidad particular a los tonos de verde, dentro de todos los colores son los que percibimos con mayor precisión y diversidad.

Este regalo de la evolución sirve de pretexto para proyectar que las indispensables transformaciones de Caracas vendrán sin duda del reencuentro de la nobleza de su condición natural. En la masa biológica de la metrópolis residen sus esperanzas, imaginemos por unos instantes: la cobertura vegetal del Ávila se extiende y desarrolla en la capital venezolana a lo largo de sus caños y quebradas. Enverdecidos y renaturalizados estos nuevos paisajes son devueltos a los habitantes de la ciudad, acogiendo espacios públicos y naturales que reinventan la aventura colectiva de la polis. El río Guaire, liberado de su prisión de hormigón, se transforma, a la vez, en pulmón vegetal y corredor de las movilidades que reclama el futuro, espacio a los peatones, ciclovías y transportes alternativos. Estos nuevos paisajes del verdor y del civismo son diligentes con nuestros desatendidos barrios, ofreciéndoles equipamientos públicos y un acceso a la naturaleza, a sus infinitos beneficios… 

No es muy difícil vislumbrar un mejor futuro para la “Sultana de El Ávila”, son tantos los recursos de los que dispone para ascender, del mar al valle, a su condición ideal.

La calima, que a veces nos asfixia, es el milagroso maná que alimenta el ecosistema más diverso del planeta. Cargada en fósforo y nitrógeno, el polvillo que nos molesta, venido del Sahara, continúa su viaje para nutrir la cuenca del Amazonas y las más grandes extensiones de selvas vírgenes del mundo. Así nos espera el futuro de Caracas, en el abrazo de sus samanes y en la voluntad de transformar sus accidentes en oportunidades.

César SILVA URDANETA

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Fotografía cortesía Charles Brewer, Guia de Caracas del valle al mar: Guia de arquitectura y paisaje.


Utopías Surreales de la «Ciudad de la Furia»


Postal-WebEn el marco de la celebración del aniversario fundacional de Caracas y de los 10 años del proyecto Ciudad Evolutiva, el artista plástico Carlos Sanchez Becerra fue invitado a desarrollar a través de sus pinturas visiones de la capital venezolana a partir de tres imágenes clave del proyecto de arquitectura y paisaje.

Sánchez Becerra, egresado de la Facultad Experimental de Artes de La Universidad del Zulia y cuyas exposiciones individuales incluyen la Fundación Nelson Garrido (Caracas); reinterpreta perspectivas del proyecto en su visión singular de la ciudad. La propuesta arquitectónica se convierte, entonces, en el escenario de la narrativa del artista donde se reúnen lo sensible y lo surreal para proponer una profusión de metamorfosis, donde la Ciudad, lo construido, las viviendas y el ambiente mutan para transformarse en riscos de pirámides, mausoleos de colores y esculturas de latón habitados por maquinas extraterrestres, criaturas zoomórficas, críptidos, entre otros individuos medio leyenda, medio ciencia ficción.

El artista reinventa igualmente la imagen más icónica desarrollada hace ya 10 anos, la postal de Identidad de Caracas: una representación fuerte y afirmada de uno de los principales componentes del paisaje capitalino en un enorme fresco urbano donde en los barrios se lee Caracas.

A través de su plástica llena de lirismo, Sánchez Becerra propone espejismos de una ciudad mestiza, a veces esquizofrénica, tumultuosa y heterogénea. Como si logrando transparentar el prisma de su violencia se lograse entrever un arcoiris que esconde un derroche de vida y de energía. Sus pinturas revelan el aspecto de una urbe que construye su belleza en la cristalización de los contrastes: vegetal y mineral, humana y animal, urbana y rural, pobre y opulenta, blanca y negra.

Originario del Zulia y actualmente residente en la ciudad de Carora, el artista cuyo recorrido lo llevo a vivir en Caracas; retiene de su estancia en la capital una experiencia estruendosa y casi ensordecedora, pero extremadamente estimulante desde el punto de vista artístico e intelectual. Sus travesías a lo largo del país, y sin duda su residencia Caraqueña, constituyeron las referencias mixtas: a la historia, la cultura, la fauna y la flora venezolana que habitan cada una de sus composiciones.

Carlos Sánchez Becerra hace interactuar un conjunto de relaciones al país, a una cultura artística cercana al «Lowbrow» con un leguaje colorido, en momentos travieso y sarcástico que se apropia códigos de la cultura popular como los cómics, publicidad y el street art.

Las obras de Sánchez Becerra son una celebración a Caracas. Figuraciones de la urbe que enlazan lo sensible y lo surreal para plasmar en mil colores las utopías del pasado presente y futuro de la «Ciudad de la Furia».

César Silva Urdaneta

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Detalles de la reinterpretación de la Postal de Identidad de Caracas

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Pasarela. Acrílico sobre lienzo. 2020

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Cocodrila. Acrilico sobre lienzo. 2020


Caracas: otro plano del futuro


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Instalación «Jardín» de Patricia Van Dalen. Universidad Simón Bolívar, Caracas 1998.

“…el que aleja o arrima el temblar de lo que se inclina…”, verso que se puede leer en el poema “En Este Valle”, del poeta argentino Hugo Mujica; me hace pensar en el nosotros, nuestra historia con Caracas—de idas y venidas—y su futuro. De idas y venidas, porque así lo fue para una generación y aún lo es para quienes forman parte de los que habitan en La Gran Caracas. Los símbolos que juegan con los sentimientos de otros al recordar la capital venezolana, son reemplazados por momentos que habitan en la memoria de quienes ella, inclusivamente, hace llamar su casa: “ciudad dormitorio” (Guarenas, Guatire, Los Teques, entre otros) e incluso de quienes crecen en sus cerros —”…de lo que se inclina”, como dice Mujica—, viéndola en picada y flotando en su eje.  Creo que es, en el imaginativo común, lo que dificulta  fantasear con el futuro de un lugar cuando pasas parte de tu vida dibujando el tuyo siendo un caraqueño, pero por el hecho de vivir las emociones de ella y no solo por haber nacido ahí. 

En lo personal, me gustaría conocer todos los nombres que le tienen, porque significa que estaría contando una historia diferente, sería yo el educador de quienes me han dejado con la boca abierta al llamarla de maneras que me parecían raras e imposibles. Se entendería que también conozco…como nadie y como muchos. Aún así, encuentro refugio en los recuerdos, porque sé que esos detalles—las trinitarias pintando siempre los rincones de su valle o las perezas creando tráfico, mientras intentan atravesar la Avenida Rómulo Gallegos, por ejemplo—continuarán vivos, evitando que vivir en Caracas, crear y pertenecer a su gentilicio, pierdan sentido en la bruma incierta del tiempo futuro. 

Caracas, Futuro. Caracas y el futuro. El futuro de Caracas. Caracas-Futuro. Todavía la formulación correcta yace en un paradigma levantado en realidades. Más allá de diseñar su porvenir imaginando nuevas versiones de la “Casa Mara” (Jorge Castillo diseña, 1972), es válido contemplar su futuro de otra manera.

Caracas, o la idea de vivir en ella, siempre ha sobresalido como habitar en un jardín botánico. Uno, donde El Ávila, concepto de inmensidad y esperanza ecológica, tiene un sentido que irrumpe en lo eterno, entre las costas del litoral y la zona metropolitana. Es ahi donde no se siente que los árboles sufren el peso de sus hojas, donde la humedad de sus días menos secos se convierte en rocío y el fuego, producto de aquellos más secos, evitan el silencio. Entonces, se debe hablar de Caracas y su futuro, pues ella ha estado abierta  a abrazar las bondades de lo contemporáneo.  

Caracas, con su propio estilo, no es como el mundo moderno, pues gracias a sus faldas montañosas seguirá abierta a la misteriosa llegada del viento que trae vida consigo, sin saber de dónde exactamente, el canto de grillos, fecundidad, locura y claridad para ver el horizonte. 

Mientras este ensayo es escrito, la UNESCO anuncia la dislocación de parte de los Pasillos Cubiertos de la Ciudad Universitaria de Caracas (UCV), “sitio del Patrimonio Mundial”, resalta el tweet ofreciendo ayudar a las autoridades locales. Lo que me hace pensar en cuán difícil puede ser el vacío actual de mantenimiento, el trabajo que se avecina en el futuro. También me hace recordar y comparar a Caracas con las palabras de Fitz Lang (El Desprecio, 1963): “la ciudad de Homero es real, muy real”. Entonces, si hablamos de futuro, en el esfuerzo de bocetar esta realidad, es difícil obviar su pasado y presente, en lo que significa restaurar una ciudad y llevarla al desarrollo, en introducirla al nuevo milenio. Según Martha Thorne, Decana de la IE School of Architecture and Design y Directora Ejecutiva del Pritzker Architecture Prize, se deben replicar algunos modelos y prácticas que han demostrado que funcionan para ser optimistas sobre el futuro de las ciudades. “Todos estamos en el mismo barco”, afirma Thorne, “…si queremos un resultado positivo, debemos coordinar nuestras acciones en diversas áreas”. Aplicando la tesis de Thorne, en la Caracas del futuro se ve el anuncio del trabajo en la estructura invisible y en la palpable. 

Sin embargo, la validez de lo que Caracas es ahora no agota las ansias de esperanza. Caracas otorgará y ofrecerá, pero con aires de capital, como siempre (de alguna forma) lo ha hecho. Sería romántico pensar que es gracias a su amabilidad que digo esto, porque también algunos acertaron en resaltar su hostilidad; pero entonces, ¿dónde quedaría su orgullo de primera ciudad  del país? Incluso los propios venezolanos saben que se deben entender las reglas del juego para vivir en ella y aprovechar su premisa de tierra prometedora donde el destino humano sigue tan desnudo y expuesto como lo estuvieron sus primeros habitantes. 

La idea de ella en el futuro se basa—un poco—en mi ilusión del pasado, en la fantasía de nuestro verso inconcluso, de verla desde lejos o en películas. Será una ciudad que no limitará a quienes habiten en ella con su superioridad, no se sentirá forzada a adaptarse, se encargará de retomar su propio proceso de vernalización que la historia escrita por el hombre detuvo a través del tiempo del país. 

Puede que algunos crean que Caracas pide tajantemente, pero en mi experiencia me hace sentir que en su eco de libro abierto se pudo, puede y podrá entender la invitación a actuar en su divinidad.

Hablar de su futuro no es contemplar una conclusión.

Isaac Pérez Solano


Caracas será Interior


Paulatinamente voy flexibilizando mis días de guardar. Cuando me veo en la necesidad de explicar mi ausencia de eventos, de personas, personajes, lo que llaman escena social, explico que ando en una emigración interior, describo a un ermitaño, a una persona instrumentalizándose a sí misma para soportar “la insoportable levedad del ser”

Lo escribí en mi diario hace exactamente un año. Revisar qué he dicho y qué se ha hecho, es algo a lo que me he dedicado durante mis últimos dos años en Caracas. Tras desatarse el proceso hiperinflacionario se renovó mi esperanza en la palabra y su alcance dentro de la acción colectiva. 

Una fe pragmática 

Existimos porque alguien le dijo algo a alguien. Un susurro amoroso, infinitas lecciones son hijos del binomio entre la palabra y la acción. Me he ocupado en despejar mi concepto de la verdad. Siempre me he inclinado a la postura de Tomás Eloy Martínez, esa que reposa sobre su novela Santa Evita, donde metaforiza la verdad con la lógica de la serie de bifurcaciones. 

Un nuevo santo de la iglesia es Saint John Henry Newman, su pensamiento ya goza de veneración absoluta en el mundo cristiano. Pero lo descubrí antes de su canonización, leyendo al filósofo británico-palestino, Theodore Zeldin, quien subraya la sabiduría que nos educa civilizadamente: aprendiendo primero a odiar antes de amar. Cada vez que expreso esa frase muchos se horrorizan o niegan rotundamente su espacio para el odio con un tono similar a quien reduce la memoria de varias generaciones, o bien quien desde la cultura hegemónica termina depredando la existencia a veces hasta del propio vestigio. Caracas odia.

Hemos conseguido remanso en la modernidad de la ciudad pero ya los restos de su esplendor se encuentran tan disminuidos como la esperanza ante un leproso entorno que anida para protegerse de la depredación. Hablo del gueto. Algo que para muchos parisiens es normal. Y algo que el actual confinamiento ha homogeneizado por mucho globalmente. Pero imaginemos conmigo cuando se vive en otro tipo de confinamiento, el que te impide desarrollarte en completa libertad o de acuerdo a la naturaleza y la escala de tus sueños. Sé que muchos emigrantes venezolanos están esperando la novedad de mi planteamiento hasta este punto. Me eximo de sumarme al debate sobre el futuro discutiendo con ceguera lo que José Balza brillantemente resume en “avalancha petrolera, despilfarro, desvergüenza y riqueza unilateral”.

 El mismo Zeldin se acerca a una creencia que sostengo naturalmente: “las grandes guerras, apoyadas en la tecnología, están siendo sustituidas por conflictos de baja intensidad, una multitud de guerra de guerrilla, un renacimiento de hostigamientos tribales intermitentes desconcertantes para las naciones organizadas. La acumulación de armamento resulta vana; el futuro es de los grupos pequeños que ofrecen resistencia a otros mayores, que disparan contra ellos como francotiradores sin destruirlos pero desgastándolos, haciendo la vida incómoda y peligrosa”. 

En estos días en que se cumplió otra conmemoración de la Batalla de Carabobo, sincrónicamente una red social me recordó que había citado al ensayista mexicano, Enmanuel Carballo, cuando dijo: «Amar un pueblo no es sólo gritar con él en fiestas patrias, es enseñarle el abecedario, orientarlo hacia las cosas bellas, por ejemplo, hacia el respeto a la vida, a su propia vida y, claro está, a la vida de los demás”. En México tiembla y al cierre de esta nota el Popocatépetl ha dado 169 exhalaciones. 

La ciudad del futuro ama la vida 

Para amar la vida hay que ejercer ese sentimiento sobre las cosas que construyen la ciudad. Para amar la ciudad y para construir el futuro se debe entender que sus despojos vienen con atribuidas culpas, ausentes sus conciencias de todo principio de corresponsabilidad. Para amar la ciudad hay que conocer su historia, inclusive conocer la memoria cercenada, verificar qué fuimos antes de los embalses.

Dice la escritora caraqueña, nacida en Rimini, Victoria de Estefano, que «Sin sueño no hay ensueños, sin ensueños no hay futuro, tampoco pasado: el insomnio es puro presente y su futuro es el horror de una vigilia sin meta vital: fuente cegada. El infierno». Es complicado imaginar una ciudad si el caos que también la habita le impide dormir en sana paz, le impide ese ensueño. O quizás, por esa acumulación de insomnios, el futuro está lleno de la calima que de cuando en cuando nubla el norte del valle, cuando sus símbolos y su memoria se desdibujan sin la evidencia de la experiencia. 

Quizás no sean buenos días para imaginar la ciudad desde adentro. Al tiempo que imaginarla desde afuera es construir una utopía con la nostalgia del colectivo que la recuerda cariñosamente. Si Caracas sigue amando desbocadamente su pasado, si desvanecemos ante los errores de su belleza –y si sigue tutorada por gobiernos que imaginan la vanguardia como algo más nacional que universal– seguiremos ante una urbe que revisa el álbum de su esplendor con la borrachera del happy hour. Identidad y memoria, primero.

Mientras las cosas estén como están la ciudad del futuro se me hace íntima.

Jonathan Reverón

Jonathan Reverón es director de los documentales Don Armando y Madame Cinéma. Productor radial y gestor de proyectos culturales para medios de comunicación. Ha escrito, colaborado y editado en los principales medios de Venezuela. Publicó el libro de cuentos Los años después, y actualmente se encuentra preparando su tercer largometraje documental.

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Interior abandonado del antiguo Café Atlantique en los Palos Grandes. Edificio Atlantic Arquitecto Angelo di Sapio. Foto César Silva Urdaneta, Agosto 2019


Caracas Postal repensando la identidad de la Ciudad


#1DIAGNOSTICAR

Una importante parte del proyecto CARACAS POSTAL es el diagnostico de las necesidades de los habitantes gracias a un trabajo de campo del en las comunidades. A través de un dialogo directo buscamos identificar los problemas mas urgentes y conocer en detalle las necesidades en servicios y equipamientos.

#2DOCUMENTAR

A través de entrevistas, cuestionarios y discusiones buscamos documentar la identidad de los barrios de Petare, indagar sobre el sentimiento de inclusión o aislamiento de sus habitantes y dar una voz a los habitantes para expresar su sentido de pertenencia a su barrio y la ciudad.

Buscando comunicarlos en medios escritos y audiovisuales y a través de las redes sociales buscamos elevar la Identidad y la voz de los habitantes de los barrios. El blog www.caracaspostal.com, la pagina en Facebook Caracas Postal y la cuenta de Twitter @CARACASPOSTAL afirman nuestra presencia en las redes sociales y nos permiten interactuar con los habitantes del barrio y la Ciudad.

Primeros cuestionarios que han sido distribuidos en los sectores de Piritu y La Parrilla

Cuestionario Identidad e Inclusion

Cuestionario Identidad e Inclusion

Cuestionario Proximidad e Integration

Cuestionario Proximidad e Integration

Distribución de Cuestionarios y presentación del proyecto en La Parrill

Distribución de Cuestionarios y presentación del proyecto en La Parrill

#3REALIZAR

El objetivo del trabajo documental y de diagnostico es alcanzar un profundo conocimiento de las comunidades de Petare Norte, establecer un contacto estrecho con la comunidad para desarrollar intervenciones creativas, mejoramiento de espacios públicos y propuestas de mobiliario urbano. Intercambiando ideas con las comunidades buscamos llegar a las soluciones mas apropiadas  y proponer espacios de deporte, esparcimiento y cultura para habitantes de todas las edades.

#3.1FRESCO CARACAS

El Fresco es una Intervención Grafica en un lugar estratégico altamente visible de Petare Norte para difundir el mensaje ¡Los Barrios también son Ciudad!

Nuestro objetivo es afirmar la pertenencia de los Barrios a la Ciudad. Nuestro mensaje es de inclusión. Buscamos llamar la atención del publico en general a los problemas de exclusión, de dificultad de acceso a servicios y de falta de equipamientos en estas zonas. Igualmente buscamos federar los diferentes Barrios de Petare Norte entorno a esta intervención y permitir su apropiación por todos los habitantes de la zona.

Presentacion del Fresco Caracas a los habitantes de La Parrilla

Presentacion del Fresco Caracas a los habitantes de La Parrilla

#3.2LA PUERTA DEL BARRIO

¡Acompañando a los habitantes en la transformación de un significativo lugar de su cotidiano!

Intervención de la principal entrada del Barrio Bolívar. La propuesta fue solicitada por los habitantes y lideres comunitarios del sector y establecida al cabo de una Reunión Abierta con la comunidad. Consiste en una Intervención Gráfica en las fachadas de las viviendas situadas en la entrada principal del sector, un lugar de altamente transitado por los habitantes en sus recorridos diarios hacia lugares de trabajo y estudio. El lugar de la intervención es uno de los principales accesos de los sectores de La Parrilla, Metropolitano, Julián Blanco, Antonio José de Sucre, La Cresta y la Bombillambilla.

(más…)


adjkm


identidad para la sucursal del cielo, caracas adjkm.tumblr.com – adjkm.com

adjkm is a collective of architects founded in 2010 by Alejandro Méndez (Caracas, 1982), Daniel Otero (Caracas, 1981), Jean-Marc Rio (Paris, 1976), Khristian Ceballos (Caracas, 1977) and Mawarí Núñez (Caracas, 1982). The group operates between Caracas and Paris.

The creation of the collective resulted from the participation in the CIASMSB competition, in which their proposal was awarded the first place. The outcome of this competition encouraged them to participate in another national competition: Centro Cultural Simón Díaz, in which they were awarded an honorable mention. adjkm currently works in several projects and competitions both at a national and international level.

The collective’s work is based on the interaction of different activities such as research, communication, experimentation and synergy with other disciplines within the architectural project. This approach allows them to respond locally and globally to a wide variety of contemporary issues.

adjkm es un colectivo de arquitectos fundado en el año 2010, está conformado por Alejandro Méndez (Caracas, 1982), Daniel Otero (Caracas, 1981), Jean-Marc Rio (Paris, 1976), Khristian Ceballos (Caracas, 1977) y Mawarí Núñez (Caracas, 1982). Opera entre la ciudad de Caracas y Paris.

El nacimiento del colectivo resulta de la participación en el concurso del CIASMSB, en el cual su propuesta resulto ganadora del primer lugar. La experiencia en este concurso, los impulsa a participar en otro concurso a nivel nacional, el Centro Cultural Simón Díaz, concurso en el cual obtienen mención honorífica. Actualmente adjkm trabaja en diversos proyectos y concursos tanto a nivel nacional como internacional.

El enfoque de la práctica del colectivo es la interacción de actividades tales como la investigación, la comunicación, la experimentación y la colaboración con otras disciplinas dentro del proyecto arquitectónico, que les permiten dar respuesta a temas contemporáneos tanto locales como globales.



Ciudad Evolutiva en la EXPOC4R4C4S


Le projet a été sélectionné pour l’exposition C4R4C4S, organisé par la mairie de Caracas, et l’Institut métropolitain d’urbanisme (IMUTC) en conmemoraction des 444 ans de la fondation de la ville de Caracas.
El proyecto CIUDAD EVOLUTIVA fue seleccionado para la EXPOC4R4C4S, una exposición de la Alcaldía Metropolitana de Caracas, acompañando otros proyectos de intervenciones urbanas para Caracas y custodiado por 3 leones realizados por artistas plásticos, la exposición estara el viernes 22 en la Av Principal de las Mercedes, en las aceras que van desde la tienda Nike hasta el CC Tolon, el lunes 25 en Plaza Brion-Chacaito y sucesivamente la exposicion se dezplazara en la ciudad  vueltas por parques y espacios publicos.
El proyecto tambien estará disponible en Caracas en un click, el sistema de información geográfico de la Alcaldia Metropolitana, una herramienta de referencia y servicios sobre la ciudad.

El proyecto CIUDAD EVOLUTIVA fue seleccionado para la EXPOC4R4C4S, una exposición de la Alcaldía Metropolitana de Caracas
La Alcaldía Metropolitana de Caracas y el Instituto Metropolitano de Urbanismo Taller Caracas (IMUTC) que estuvo recorriendo la ciudad en la semana de C4R4C4S, «un proyecto de Ciudad, Cultura y Convivencia», que destaca la importancia de la construcción de ciudadanía como elemento central de las políticas urbanas contempladas por el Plan Estratégico Caracas Metropolitana 2020 en el marco de la conmemoración de los 444 años de Santiago de León de Caracas.

C4R4C4S, es un programa multidisciplinario de alto impacto, para todo el año 2011 que tiene como meta generar una gran movilización ciudadana, exaltar nuestros valores e identidad, y rescatar a la cultura como manifestación pública que puede transformar la ciudad.

Dentro del conjunto de actividades en homenaje a la ciudad, la Alcaldia Metropolitana busca dar a conocer el potencial de Caracas a través de ideas, propuestas y proyectos. En tal sentido, la exposición proyectos para Caracas S, donde sera expuesto CIUDAD EVOLUTIVA es una exposición en donde participaran arquitectos, ingenieros, urbanistas y pensadores urbanos para mostrar en 100 laminas que hay otra ciudad posible.

La EXPO propone presentar soluciones arquitectónicas y urbanísticas de carácter metropolitano que contribuyan a proyectar la ciudad deseada, y enriquezcan la elaboración del Plan Estratégico Caracas Metropolitana 2020 y sus líneas fundamentales:

 Una ciudad SOSTENIBLE y SUSTENTABLE

 Una ciudad en MOVIMIENTO

 Una ciudad SEGURA E INTEGRADA

 Una ciudad EMPRENDEDORA

 Una ciudad de CIUDADANOS

1. OBJETIVO

Dar a conocer las fortalezas de nuestros espacios y la capacidad técnica local exhibiendo 100 Proyectos para el Área Metropolitana de Caracas, los cuales tendrían en común, una visión renovadora y armónica de la ciudad. Se mostraran iniciativas factibles y ambientalmente sustentables, desarrolladas en las últimas décadas, que contribuyan a solventar los principales problemas de Caracas en términos de movilidad, continuidad físico-espacial y calidad del espacio público.

El objetivo fundamental es demostrar que la ciudad está siendo pensada y planificada, que con el esfuerzo coordinado de todos los niveles de gobierno, gremios, profesionales, vecinos y el incondicional apoyo de la Academia, la Alcaldia Metropolitana busca atender y mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Demostrar que Caracas tiene gobiernos y administraciones responsables, atentas de su mejoramiento integral y que cuenta con un colectivo capacitado que la piensa y la imagina a futuro.

 Destacar el principio de corresponsabilidad que tenemos todos en la construcción de ciudad y ciudadanía.

 Exhibir parte de ese inmenso portafolio de planes y proyectos, que profesionales han desarrollado por décadas y que por múltiples razones no han podido ser implementados.

 Promover la importancia de planificar de forma integral y con visión de futuro.

 Promover que la ciudad necesita pasar de la teoría a la práctica, del proyecto a la actuación.

EXPO PROYECTOS propone abrir un espacio para la participación ciudadana en el necesario debate de pensar la ciudad y las posibles soluciones que debemos accionar a favor de su transformación en una real ciudad para la vida.


La Torre de David. Dos artistas documentan una heterotopia contemporanea


In English. En los años 90 Caracas soñó con un centro financiero resplandeciente , ahora es el edificio invadido más alto del mundo.

Hace veinte años, el empresario venezolano David Brillembourg soñó con un centro financiero brillante, de vidrio revestido en el centro de Caracas, como símbolo de valor económico de la nación. El destino de la Torre Confinanzas fue otro-para convertirse en el hogar de una comunidad informal de 2.500 personas sin hogar que están colonizando poco a poco, y completando, el edificio de 45 pisos sin terminar. Dos artistas venezolanos, Ángela Bonadies y Juan José Olavarría, documentan la historia de una heterotopía contemporánea. Su investigación se resume en esta entrevista realizada por Jesús Fuenmayor, director del Centro de Arte Periférico Caracas, que les pregunta sobre el trabajo resultante, La Torre Por Dentro y Por Fuera.

Torre David: Entrevista a Ángela Bonadies y Juan José Olavarría por Jesús Fuenmayor

1. Jesús Fuenmayor: ¿Hay algún interés resaltante o enfático en aproximarse a este objeto de estudio como una forma de crítica a la modernidad desde el lenguaje del arte? ¿Qué tanta importancia tiene la crisis de la modernidad en la escogencia del objeto y el desarrollo del trabajo?

Ángela Bonadies/Juan José Olavarría: Una crítica a la modernidad está implícita en el trabajo, sin duda, pues es el centro de una promesa incumplida y un proyecto truncado; su crisis funda un nuevo estado de cosas. Pero también es importante resaltar que hay una crítica a un pensamiento dominante y casi obsesivo actual, de parte de buena cantidad de artistas y curadores, por la modernidad, como si fuera el lugar donde “todo se perdió”, enfocándose siempre en el arte y la arquitectura, por lo que se convierte en una mirada insular a la modernidad, descuidando, en el caso particular de Venezuela, el marco histórico y sociopolítico. De alguna manera esa modernidad que se relee y reinterpreta no se extendió ni sentó las bases profundas para convertirse en “cultura” y se quedó en casos aislados, en excepciones.

La elección de este objeto de trabajo, “la torre”, nos conduce a otras épocas y otras situaciones, pre y posmodernas, eso nos interesa. Este edificio no se considera patrimonio, pues no encaja en los parámetros modernos de belleza. Digamos que es un edificio modernizador, producto del boom bancario de finales de los años 80. Formaba parte de un proyecto de urbanización financiera para esa zona de Caracas. Iba a ser una de las torres de un boulevard bancario. Es, de alguna manera, producto del pensamiento de una modernidad bursátil, más cerca de la ideología de la empinada silueta de Wall Street que de las áureas unidades humanistas le corbusianas. Hay mucho encerrado en esa torre antes de ser invadida, una historia económica y política: la imagen de la “emergencia” de grupos de poder fuera de los “amos del valle”, las nuevas fortunas, la bonanza abierta al riesgo y al juego con el superávit, la especulación, la ausencia de controles y la ruptura formal con el culto archipiélago moderno local.

La crisis de la modernidad es la crisis de la utopía. La torre es una heterotopía, lo que vendría a representar un “espacio ambiguo”.

Señora María y su familia en su apartamento en el piso 6, donde vive y vende chucherías

 

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Cuando se escoge un tema para ser investigado desde un cierto tipo de práctica artística como la de ustedes, que está constantemente poniendo en duda su propio punto de vista, y se escoge un tema tan único como el de la Torre David, ¿no se corre el riesgo de perder algo del filo crítico? Me refiero a que el tema es tan «espectacular», tan único, que podría rebasar cualquier visión personal y anular la idea de que uno se enfrenta ante todo a una obra, a una investigación artística, y que uno está más bien en presencia de un fenómeno más que de una obra.

Al contrario. Primero, nos acercamos al objeto con una distancia ética y no lo vemos como un fenómeno “freak” a ser explotado. Si eso no se logra, el trabajo está perdido desde el comienzo. La torre no es “un tema” ni un parque temático, sino un espacio-objeto que concentra situaciones que nos permiten observar, investigar y desarrollar un trabajo desde diferentes disciplinas en las cuales estamos interesados; queremos acercarnos a un problema general, que tiene implicaciones históricas, económicas, políticas, demográficas particulares. La torre es un objeto, entre muchos, que representa la falta de sincronía entre los discursos y los hechos, es un espacio sintomático, no es un espectáculo. Las personas que viven ahí no son actores de una obra o un performance, están resolviendo un tema vital.

3. Además, la torre no es un hecho único ni aislado, forma parte de una ausencia y una presencia permanentes. La ausencia de decisiones para enfrentar un problema, la presencia de un colectivo que busca sobrevivir. En este caso, crea un contraste porque en vez de situarse en un terreno baldío o periférico o en un cerro se sitúa en un edificio abandonado, en un rascacielos aspiracional, pero en realidad, es un contenedor que se amolda y asimila para una causa común, la supervivencia, y que representa a su vez otro vacío, el de la fiscalización financiera y otra pelea, entre el poder político y el económico. Al final, todo lo que hacemos es fijar la mira en la huella que deja el poder en su andanza: un vacío en la resolución de problemas y una concentración brutal en las oficinas donde se toman las decisiones. Eso sí es un parque temático. La torre es una realidad tan humana como la geometría.

Hay otras ciudades con casos similares, como Johannesburgo.

Hay dos elementos que participan de manera muy especial en el enfoque del problema (del objeto de estudio): primero, que decidieron «atacarlo» a cuatro manos y segundo que han estado presentando esta aproximación por partes. ¿En qué se basan estas decisiones? ¿Hay algunas decisiones preliminares que las anteceden? ¿Es parte de un plan cuidadosamente calculado o es el objeto de estudio el que impone esta aproximación? ¿Por qué?

El objeto de estudio es el que impone un ritmo. Podemos hacernos una idea de por dónde vamos a abordarlo y tratar de “saber todo” de ese objeto. Pero luego, cuando te aproximas, las decisiones no son sólo tuyas, tienes que contar con otras personas que no participan de tiempos de producción y hay que estar, ver y esperar. Eso está bien. Hay que respetar los tiempos. Las ideas preconcebidas se adaptan y cambian. El trabajo es flexible. Y se va construyendo. A veces es bueno que haya cuatro manos, mientras unas trabajan otras descansan y cuando todas están en el trabajo se complementan.

Izquierda: Un hueco del ascensor perfora el suelo del estacionamiento. Al mirar hacia abajo, se puede observar el preescolar en

el barrio Sarría; hacia arriba, una vista del ala evangélica de la torre. Derecha: Las escaleras que conducen al estacionamiento de la torre.

A pesar de la ausencia de pasamanos, éstas son usadas regularmente por los habitantes del edificio.

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La relación con este «objeto de estudio» debe ser muy ambigua. ¿cuántos rascacielos en el planeta tierra han sido convertidos en un espacio de ocupación ilegal? Probablemente ninguno y sin embargo este edificio no está en el centro de la atención mediática ni acá ni en otras partes (imagino por un segundo que unos okupas invaden la estatua de La Libertad y seguramente nos harían olvidar la caída de las torres gemelas). Ante la ambigüedad de la recepción pública de un evento de estas dimensiones, ustedes qué se plantean: a) estamos ante al mayor ejemplo de la estafa del progreso modernista b) estamos ante un ejemplo que nos deja tan perplejos que no podemos reaccionar c) Esta es la mejor manera de dejar atrás los complejos modernistas.

Hay varios casos en el mundo. En todo lugar donde haya problemas económicos ligados a crisis de vivienda se crean nuevas formas de ocupación. Hay casos similares en Sudáfrica, como dijimos antes. También hay todo un trabajo desarrollado en torno a política, vivienda y economía por parte de artistas comprometidos como Martha Rosler, en Estados Unidos.

Ahora, si hay que elegir entre tus tres opciones, nos quedamos con la última: dejar atrás los complejos modernistas. El arte del presente, como bien afirmó Serge Daney, no puede estar lleno de remordimientos. Es indispensable voltear y ver qué

del pasado proyectó nuestra actual perspectiva, pero no escrutar con gríngolas un determinado período, con los ojos llenos de lágrimas, “en busca del tiempo perdido”.

Roinner Hernández (Ronny), 20, trabaja en un prestigioso salón de belleza en el sureste de Caracas, pero también recibe clientes en su apartamento en el 4to piso de la torre. Como espejo, Roinner utiliza una hoja de vidrio tomada de la fachada de la torre.

En Israel los arquitectos se ponen al servicio de las estrategias militares para diseñar urbanizaciones enteras. En Venezuela los arquitectos tienen que ceder sus ideas a las necesidades más precarias. ¿Por qué se puede tener tanto éxito ejerciendo una profesión (determinando hasta las alturas de las ventanas en función de las bombas) en un lugar y tener tan poco éxito en otras partes (hacer un rascacielos que termina siendo un lugar donde se lanzarán bolsas con heces desde el piso 50)? ¿Qué determinantes culturales hacen posibles estos contrastes? ¿Cuál es el sentido de mantener una profesión dedicada a estos dislates? En fin, cuál es la crítica de la arquitectura como problema de diseño que ustedes tienen que asumir para entender este fenómeno desde un punto de vista cultural.

Aquí no hay problema arquitectónico ni de diseño. El arquitecto de la torre planeó hacer un rascacielos para que operara una empresa, un hotel, un centro comercial. Nadie planeó que se convirtiera en un edificio ocupado o invadido. Simplemente, al no haber respuesta del Estado para el vacío habitacional, la gente transforma todo lo que encuentra “ocioso”. Cuando la gente entra a invadir no ve un edificio con una carga cultural o formal, sino un espacio baldío con techo y escaleras, con espacios amplios para instalarse. El edificio fue dejado a medio construir por un problema político y económico. La arquitectura aquí es simplemente un vehículo para hablar de otras cosas. El contenido se mueve alrededor de ese vehículo, que bien podría ser un puente, un cerro, un terreno o un galpón.

Es cierto que la arquitectura y el urbanismo son temas de Estado, en relación a lo que mencionas de Israel. También es cierto que los regímenes totalitarios benefician un tipo de arquitectura, que termina siendo una parte de su discurso de poder, como el caso emblemático de Albert Speer o una gran cantidad de construcciones monumentales de los países comunistas. Los gobiernos liberales se mueven por un impulso distinto, dedicados al mantenimiento de las obras públicas, a propiciar espacios de consumo y placer, a la creatividad formal como una libertad otorgada. De alguna manera cada Estado “construye” su imagen a través de diferentes decisiones: lo que derriba, lo que levanta, lo que olvida, lo que hace y lo que no hace. Sería interesante hacer un análisis del discurso de nuestro gobierno a través de sus estrategias urbanas o la ausencia de ellas.

Cartelera con las normas y reglamentos para el piso 23, incluyendo información sobre los pagos y una lista de las personas responsables de mantenimiento

Cartelera con las normas y reglamentos para el piso 23, incluyendo información sobre los pagos y una lista de las personas responsables de mantenimiento

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El comentario anterior, obviamente, es de alguien que no ha coexistido como ustedes con las personas que invadieron el rascacielos. Así que, ¿qué importancia tiene esa convivencia con los invasores para ustedes? ¿Cómo ha determinado la investigación que ambos están desarrollando la visión que tienen de este edificio sus invasores?

Este trabajo sufrió una importante ruptura. Al principio nos aproximamos a lo que era para nosotros la idea de la torre, lo que representaba: para la ciudad, dentro del arte venezolano, como forma, retícula, ícono, metáfora. Hicimos una serie de trabajos que reproducían su aspecto formal exterior y su carga simbólica, la retícula como estructura e historia. Fue importante tomar esa distancia. Luego, cuando entramos en la torre, hubo un giro. Podríamos decir que el lenguaje que se maneja dentro es mucho más complejo que nuestra preconcepción. Y no por espectacularidad, al contrario, sino por su organicidad. Todo el mundo quiere

vivir lo mejor posible. Cuando estás dentro no estás en la torre, estás en pasillos comunes, en escaleras o en la casa de una persona, de una familia. La torre desaparece cuando estás dentro y se transforma en un compendio de lenguajes atomizados que conviven bajo el trazado estructural.

Vista sureste de Caracas desde el piso 26. A la distancia se puede distinguir el minarete de la mezquita de Quebrada Honda.

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Ambos han desarrollado un trabajo alrededor del problema de la representación con enfoques muy diferentes. Ángela se aproxima a ese problema como alguien que lo crítica por la vía de sus formas de clasificación. Juan José quiere hacer una iconografía de la desmemoria. ¿Qué es lo que la Torre de David hizo para hacerlos confluir en un trabajo en conjunto?

Comenzamos a trabajar juntos de otra manera, poniendo en diálogo trabajos de cada uno, sobre la representación de la memoria o las posibles memorias. Después de ese ejercicio preliminar decidimos abordar un trabajo en dupla y nos enfocamos en la torre, que nos daba la posibilidad de acercarnos desde diferentes lugares y disciplinas. Y ha funcionado. No hay una razón dominante más que la posibilidad de hacer converger distintas referencias y líneas de pensamiento.

 

Imágenes: Angela Bonadies y Juan José Olavarría  –  Fuente: http://www. domusweb.it/en/architecture/the-tower-of-david/  –  Douz and Mille (entrevista en español)


Petare llegó a París. Ultimas Noticias por César Batiz


El periodista Cesar Batiz premio Nacional de Reportajes de Investigación del Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (Ipys Venezuela) realizo un articulo sobre el proyecto Ciudad Evolutiva en el diario Ultimas Noticias. Diario matutino de mayor circulación en Venezuela.

Le journal le plus vendu du Venezuela a consacré un article au projet Ciudad Evolutiva dans son édition du dimanche. L’auteur de l’article Cesar Batiz, a reçu le prix national de journalisme de recherche de l’Institut de la Presse du Venezuela (Ipys Venezuela).

articulo por César Batiz

La noche del 17 de junio de 2010, Petare, el sector de Caracas con más de 600 mil habitantes y que ostenta el título del barrio más grande en América Latina, llegó a París, al auditorio de la Ecole Spéciale d’Architecture (Escuela Especial de Arquitectura), entre las líneas y los trazos de un proyecto arquitectónico.
En la Noche Especial, que es el nombre que recibe el evento donde se muestran los mejores proyectos de los graduandos de esa institución, dos jóvenes arquitectos, Hugo Chauwin, francés; y César Silva, venezolano, presentaron una propuesta de integración socio-espacial de los barrios El Carmen, El Cerrito, La Unión y El Carpintero, entre otros que se encuentran en la franja de 4,05 km² de Petare Sur.

La forma innovadora como abordaron los problemas de movilidad de los pobladores de la zona y el equipamiento público del sector, impactó al jurado internacional que premió al trabajo titulado Ciudad Evolutiva, Experiencia de integración socio-espacial de los barrios informales, como el mejor proyecto de tesis del año 2009.
Desde entonces, Chauwin y Silva han recibido reconocimientos de otras instituciones y su proyecto ha sido difundidos en medios especializados de Francia y otros países de Europa como Architerctural Review y Beaux-Arts Magazine.
Casi 10 meses después de haber obtenido el reconocimiento del jurado, en Venezuela solo un círculo muy reducido de arquitectos conoce esta idea que se basa, en una explicación resumida, en la instalación de una plataforma de concreto armado de 500 metros en la orilla del río Guaire, con brazos conectados a la salida de las vías principales de los barrios y con módulos de servicios para escuela, biblioteca, anfiteatro, mercado y centro comunitario. El costo de la construcción de más de 9 mil m², lo estimaron los autores en $14,9 millones, cerca de Bs 60 millones.
En esta iniciativa, los vecinos son partícipes y protagonistas tanto en la decisión del uso de los espacios, como en la autoconstrucción.
Ciudad informal. Silva, residenciado en París desde hace cinco años, señala que su compañero y él se enfocaron en Venezuela por ser el país más urbanizado de América Latina; con su capital, Caracas, con 30% a 50% de su extensión territorial ocupada por barrios.
Chauwin, el coautor de la tesis, manifiesta que desde que inició sus estudios ha estado «fascinado por los barrios, por la manera en que se forman estos fragmentos de ciudades de manera informal a través de la autoconstrucción. «Al ser una de las ciudades con más tejido informal de Latinoamérica, Caracas fue una oportunidad de confrontarme por primera vez a esta realidad, y poder activamente estudiarla y trabajar en un contexto informal».
Para Silva, la capital de su país «es el mejor ejemplo de la ciudad barrio». Afirma también que la evolución urbanística del mundo actual se parece más a Caracas, con la informalidad de las construcciones, que a Nueva York.
El porqué de Petare también contiene una respuesta lógica: es el barrio más grande de América Latina, según algunos teóricos, aunque otros ubican en ese lugar del ranking a Rocinha, zona de Río de Janeiro, Brasil.
Chauwin y Silva, quienes realizaron el trabajo de campo durante tres semanas en abril e igual cantidad en septiembre de 2008, reconocieron en Petare los problemas y el dinamismo complejo y creativo que caracteriza a los barrios en toda América Latina.
En esa zona del municipio Sucre, identificaron además características de la ciudad informal, como la falta de planificación, la autoconstrucción en terrenos invadidos, la ausencia de servicios públicos y la falta de atención por parte del Estado.
Laboratorio. Alfredo Brillembourg y Hubert Klumpner, arquitectos del Metro Cable de San Agustín y el Gimnasio Vertical de Chacao, colaboraron con Chauwin y Silva desde su oficina del Urban Think Tank, una empresa dedicada a repensar los espacios de las ciudades informales y en especial de Caracas.
En la bibliografía de Brillembourg y Klumpner, Caracas es el mejor laboratorio de las ciudades informarles del siglo XXI en América Latina, pues pese a las características comunes con otros centros urbanos, «es una de las únicas en encarnar una colisión tan violenta entre el desarrollo y el tercer mundo».
Acupuntura urbana. Para Silva y Chauwin atrás quedó la época en la cual una intervención urbana se dedicaba a destruir lo existente y levantar edificios en las comunidades populares.
«Lo que nosotros proponemos es la acupuntura urbana, que hace referencia al potencial reparador de proyectos pilotos, de construcción rápida, que solucionan puntos estratégicos, no solo geográficos, como los temas de falta de transporte o equipamiento público para la salud o la educación», destaca el arquitecto zuliano.
De esa forma la plataforma o pasarela que plantean instalar los tesistas a orilla del Guaire -se construirían caminerías inundables y que sean fáciles de limpiar- zigzaguería con sus 500 metros desde lo alto del cerro, conectada a las vías principales de los barrios, sustituyendo así a las escaleras y callejones de difícil acceso. Los usuarios de cada uno de los sectores de Petare Sur desembocarían en el puente de Baloa, donde realizarían la interconexión al Metro, al transporte público y al centro histórico de Petare.
Pero no serían únicamente 500 metros de concreto armado, sino que también en esa plataforma se instalarían módulos de servicios y equipamientos de impulso. «Se trataría de estructuras vacías, con techos y bases sólidas, conectadas a los servicios públicos, donde la misma comunidad indicaría el uso y realizaría la autoconstrucción», resalta Silva, antes de aclarar que esta filosofía apunta al reconocimiento de quienes viven en las ciudades informales y no a una ideología política.
Este proyecto aún no ha sido presentado a ninguna autoridad venezolana, pero Silva está dispuesto a atender cualquier llamado, convencido de que esta tesis, reconocida en París, está inspirada en el lenguaje de sobrevivencia del barrio, de Petare.
César Batiz/cbatiz@cadena-capriles.com/Twitter: @Cbatiz

Sobre el Periodista:

Cesar Batiz obtuvo el primer premio del Concurso Nacional de Reportajes de Investigación del Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (Ipys Venezuela). Despues de haber trabajado en Panorama, La Verdad, en la Corresponsalía de Últimas Noticias en Vargas, y en La Electricidad de Caracas. En 2008 regresó a Últimas Noticias como periodista de la Unidad de Investigación. Ese año la Fundación Polar publicó el libro La Desgracia de Ayer, texto escrito por Batiz tras participar en el Taller de Periodismo y Memoria, dictado por Milagros Socorro. Su blog : enelojodelaguila.blogspot.com

ULTIMAS NOTICIAS es el Diario matutino de mayor circulación en Venezuela, con las últimas noticias del acontecer nacional e internacional en web, móvil y redes sociales. Contamos con información política, económica, deportiva, tecnológica, farandulera, turística y más


Vertical slum in down town Caracas


Article prochainement disponible en Français. In English. Un barrio vertical en el centro de Caracas. A veces las situaciones más dramáticas dan paso a las soluciones más sorprendentes. Desde hace más de 2 años un rascacielos abandonado en el centro de la capital venezolana es el hogar de unas 700 familias que se han alojado en sus pisos inacabados.

Caracas es desde hace años el escenario de un importante desarrollo urbano informal. Cada día nuevos sectores autoconstruidos surgen dentro y en las afueras de la capital, sin olvidar una importante densificación de los asentamientos informales existentes.

La importante centralización de las fuentes de trabajo y del acceso a servicios mantiene el éxodo rural.  Y una crisis económica afecta a la creciente población venezolana, impidiéndole a su vez el  acceso al mercado inmobiliario privado. Por ultimo,  el desvanecimiento de la administración urbana y su incapacidad para desarrollar soluciones, ha multiplicado la ya dramática crisis habitacional, cuando se estima que faltan más de 400000 viviendas en Caracas y mas de 2 millones en toda Venezuela.

Frente a esta situación los habitantes toman el control de su devenir construyendo sus hogares con sus propias manos, diseñando calles y parcelas e incluso equipamientos y espacios públicos. Abajo un VIDEO de la BBC de Londres. Mas información sobre el problema de la vivienda en Venezuela en BBC Mundo

UNA RESPUESTA EFICAZ

Fruto de un esfuerzo considerable y de una impresionante puesta en práctica de la inteligencia colectiva, los barrios informales de Caracas muestran problemas dramáticos: promiscuidad, violencia, pobreza y enfermedades afectan a sus pobladores, la vulnerabilidad de estos asentamientos frente a las catástrofes naturales revela a su vez la emergencia de sus condiciones.

Hoy no hay duda que los “barrios”, como se les llama localmente, constituyen una respuesta eficaz y en muchos sentidos innovadora a las situaciones que llevaron a su establecimiento. Ellos no solo responden a necesidades de vivienda, también son “Ciudad”, ofreciendo servicios, equipamientos y alternativas económicas a sus habitantes y esto de las maneras mas versátiles y flexibles…

Al acercarse un poco a sus interminables escaleras y a sus vertiginosas construcciones es sorprendente ver como en tan solo días una habitación se transforma en comercio, una vivienda es ampliada para albergar a una familia más, un espacio público es creado en un espacio residual o una escuela primaria también sirve de centro comunitario y acoge cursos para adultos en las noches. Un repertorio tipológico del ingenio en los barrios informales aquí.

La consideración de los “barrios” como una respuesta urbana rica en ingenio, es cada vez más reconocida por teóricos, instituciones y universidades. Un buen ejemplo de este interés es la oficina multidisciplinaria Urban Think Tank implantada en Caracas y Sao Paolo. UTT se interesa desde hace años en la innovación de la “Ciudad Informal”. Sus investigaciones y proyectos han contado con el apoyo de instituciones como la Fundación Alemana de la Cultura y el reconocimiento en publicaciones, bienales, exposiciones y grupos de investigación a la punta del saber científico. Sus fundadores, Alfredo Brillembourg y Hubert Klumpner han sido invitados como conferencistas investigadores o profesores en universidades como Harvard, Columbia University o ETH Zurich. Sus proyectos han sido expuestos en la Bienal de Arquitectura de Rotterdam o en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

UN TOQUE DE IRONIA

En una teatral ironía, la situación actual de la Torre Confinazas, en el centro de Caracas, expone el drama de la situación económica y social en la que se encuentra actualmente Venezuela y al mismo tiempo la ingeniosidad del urbanismo informal.

La Torre Confinanzas comenzó a construirse en 1990 tras la iniciativa del empresario David Brillembourg. Diseñada para superar en altura las más elevadas torres de la ciudad,  la estructura fue pensada como un símbolo del poderío económico del grupo financiero que debía albergar. El proyecto mixto contemplaba un conjunto de apartamentos, comercios y la sede principal del Grupo.

El edificio esta ubicado en una zona privilegiada de la capital, cerca de fuentes de trabajo, accesos al transporte publico y de los mejores servicios que ofrece la ciudad. Diseñada en un «estilo internacional» que hubiese podido desarrollarse en Nueva York, Londres o São Paulo, la torre hubiese representado de lo alto de sus 195 metros toda la voluntad de Venezuela de encontrarse entre una de las capitales económicas de América y de entrar de lleno en la economía de mercado global. Toda esa voluntad en realidad no existía y Venezuela se alejo rápidamente de la carrera del desarrollo económico, de los mercados financieros y de la inversión.

Una política de terror ejercida por las más altas esferas del Estado se ha manifestado en olas de expropiaciones y graves acusaciones altamente mediatizadas en las que los grupos económicos han sido acusados de los más graves delitos, señalados como explotadores de las clases desfavorecidas y generadores de pobreza y corrupción.

UN ABANDONO INACEPTABLES

La Torre Confinanzas paso a ser propiedad de Fogade (la institución que rige las entidades bancarias venezolanas) tras una crisis financiera en 1994 en la que la institución propietaria de la torre se fue a la quiebra paralizando así el avance de la construcción, que contaba para esa fecha con la integralidad de su estructura y la casi totalidad de su revestimiento exterior.

Tras el abandono de la obra sus 12.000 metros cuadrados de construcción se deteriora rápidamente. Un proyecto de convertirla en la sede de la alcaldía capitalina fue rápidamente interrumpido a causa de la oposición entre el gobierno central y la alcaldía mayor de la época. Otros proyectos de albergar ministerios que se situaban en sedes temporales o de instalar en ella un hospital tampoco se llevaron a ejecución. Mas imagenes en Flickr por J. Combari

UNA VENTA IMPOSIBLE

Después del abandono de estos diferentes proyectos,  Fogade puso en subasta el bien inmobiliario valorado en 60 millones de dólares y que ostenta el puesto del 3er edificio más alto de Venezuela y el 8vo más alto de Latinoamérica. En un contexto económico caracterizado en los últimos años por la inflación más importante del continente, un control de cambio estricto y políticas de expropiación, lograr la venta de un inmueble inacabado y de gran altura no se planteaba como una solución fácil. Es sin embargo asombroso que 16 años de abandono no fueron suficientes para encontrar un proyecto de desarrollo alternativo para lo que hubiese podido generar puestos de trabajo y desarrollo económico que se hubiesen traducido durablemente en la creación riqueza, ascensión social y prosperidad. Mas información sobre Fogade y su gestión de Bienes inmobiliarios en un articulo del Director general del Centro Inmobiliario Profesional (Ceinpro).

EN EL DRAMA EL INGENIO: UN BARRIO VERTICAL

Ha sido dramático el destino de esta importante estructura y un hondo problema ético se plantea a lo que a pasar a las manos de Fogade se convierte en un bien común. ¿No es acaso el rol de las autoridades de controlar la explotación de los bienes de la nación?

La falta de control y la ausencia de un proyecto para el edificio llevaron a la situación actual en la que numerosas familias encontraron un hogar en una estructura que constituye igualmente un icono de la ingeniería venezolana moderna. Esto sin embargo no constituye una solución durable y otros problemas éticos se plantean  ¿Es justo que este bien de todos los venezolanos beneficie arbitrariamente solo a las familias que en la emergencia de su situación se alojaron en ella? ¿Cual es el destino de los miles que se encuentran actualmente sin hogar o mal ubicados en viviendas riesgosas e insalubres?

Estos cuestionamientos no deben impedirnos ver el ingenio que tiene lugar en la Torre Confinanzas y en los “barrios” en general, también situados en terrenos invadidos. Es importante desvincular lo que esta sucede en este edificio así como en los “barrios” de problemas políticos mayores como la desaparición de las autoridades como ente regulador de los bienes comunes y como garante de la seguridad habitacional. La situación actual de la Torre Confinazas es de gran interés, su estado actual es una prueba viva de la utilización de la inteligencia colectiva y del ingenio puesto en práctica por sus habitantes.

En el momento de la invasión hace dos años unas primeras 200 familias se instalaron en la torre, una eficaz organización ha permitido que hoy 700 familias tengan un hogar. Los habitantes provienen del interior del país, de otros barrios informales de las afueras de la ciudad en busca de un mejor y más seguro – en cuanto a la violencia urbana como a los desastres naturales – emplazamiento en el centro de la ciudad.

Son fascinantes los sistemas puestos en práctica por sus habitantes a través de una sólida estructura social que permite un buen funcionamiento del conjunto a pesar de no contar con servicios básicos, como desagües o ascensores o con la ayuda de profesionales para el desarrollo de las nuevas construcciones.

Los habitantes han designado coordinadores o delegados por piso, jornadas de limpieza, han articulado el aprovisionamiento de materiales de construcción, el establecimiento de depósitos y hasta han construido un curioso apartamento, que sirve de modelo a seguir por los nuevos habitantes al momento de construir sus viviendas, permitiendo así conservar una cierta uniformidad y armonía en el conjunto.

Una especial atención es brindada al mantenimiento de este gran hogar: trabajos de mejoramiento y limpieza deben ser ejecutados durante un mes antes de poder acceder a una habitación permanente en la edificación. Durante este mes de trabajo comunitario los futuros habitantes cuentan con espacios para instalar carpas temporales. Estos trabajos de mantenimiento se hacen menos intensos al acceder a una vivienda permanente pero continúan durante todo el periodo de habitación en el inmueble y constituyen un deber de cada familia. Un articulo del diario El Nacional con mas información sobre la estadía temporal en Carpas aquí.

“…Todos los habitantes están en la obligación de participar en las jornadas de limpieza que se realizan los fines de semana. Aparte, deben reportarse con el coordinador o delegado de su piso, quien hace una revisión casa por casa a partir de las 8:00 de la noche. Ello sin contar que los «propietarios» deben comprometerse a mejorar las condiciones de su vivienda. De lo contrario, son reubicados…” “Un edificio invadido se presta para todo”1 articulo completo de El Universal aquí.

ASÍ SE VIVE EN CONFINANZAS

Como lo relata el diario El Universal en el articulo «Asi se vive en Confinanzas«2 publicado en enero de 2008. La Torre Confinanzas – como todo barrio informal de Caracas – cuenta con comercios y servicios inmediatos que responden a las necesidades de sus habitantes.

“…En el piso 7 funciona un tarantín, que hace las veces de bodega. Allí, los vecinos no sólo compran chucherías y refrescos, sino también productos de cuidado personal. En otros espacios se ofertan cigarrillos al detal y gaseosas. En cada caso, el comerciante «publicita» su negocio a través de carteles que pega en las escaleras.

Los ocupantes se han dado a la tarea de hacer habitable el lugar. La mayoría ha pintado las paredes y ha comprado materiales para arreglar otros espacios. Sin embargo, todavía no disponen de ascensores. De allí que las personas con discapacidad viven en planta baja.


Llama la atención ver la limpieza que se mantiene en los apartamentos. Aun cuando no sube agua a los pisos, los habitantes se las arreglan para lavar sus enseres con tobos. Unos pocos “propietarios” cuentan con cocina y nevera. El resto se las arregla con hornillas eléctricas y almacenan sus alimentos en cavas…”

Concientes de su suerte los nuevos habitantes sienten orgullo de haber recuperado la importante estructura y con sus medios limitados hacen todo lo posible por mantenerla en buen estado e incluso embellecerla.

El BARRIO VERTICAL: LA MATERIALIZACIÓN DE UNA UTOPIA

Teóricos utopistas ya han soñado con lo que podría definirse como “barrios verticales”.  Yona Friedman en los años 70 ya dibujaba en su libro “L’Architecture de Survie”3 (la arquitectura de la supervivencia) proyectos en que estructuras vacías descritas como “infraestructuras que prolongan el suelo” serian edificadas para albergar viviendas autoconstruidas. Diseñadas por profesionales estos edificios estarían equipados de todos los servicios básicos de agua, electricidad y circulaciones, y preparados para las catástrofes naturales a través de estructuras antisísmicas y fundaciones apropiadas. En su libro Friedman preconiza la utilización de manuales y guías hechas por los profesionales para ayudar a los habitantes en el desarrollo de sus viviendas. Un tal proyecto coincidiría en muchos aspectos con lo que constituye hoy la Torre Confianzas

La agencia Urban Think Tank desarrolla actualmente estrategias similares aplicando el concepto del “barrio vertical” el proyecto “The Growing House”  (la casa que crece) puede extenderse verticalmente y ser construido progresivamente por sus habitantes. Uno de estos edificios esta actualmente en construcción entorno a una iglesia anglicana en uno de los barrios pobres de Caracas.

UTOPIA PARA CARACAS

Como también escribe Yona Friedman “La escasez es el mar de la innovación técnica y social”3. Tal vez esta pausa que ha tomado Venezuela en su camino hacia el desarrollo nos deje experiencias de gran utilidad para un futuro más justo en donde las personas de menos recursos tendrán un hábitat más digno y seguro que los frágiles “barrios” actuales.

Para lograr la solución del problema habitacional venezolano seria extremadamente útil de servirse de la experiencia de estos arquitectos autodidactas que son los habitantes de los barrios. Ellos han demostrado su capacidad de “hacer Ciudad”, es entonces indispensable contar con su participación en los procesos de urbanización de nuevos sectores y también en la densificación (a través de nuevas construcciones) en los barrios existentes.             También se trata de poner en las manos de los interesados la capacidad de resolver sus propios problemas. Simbólicamente importante, integrar las personas al proceso de diseño y la construcción, fomentara el orgullo y el respeto de la Vivienda Social que seria vista como algo propio y no como algo dispuesto por el Estado.

Los “Barrios Verticales” serian una solución de gran alcance con las que se evitan los largos plazos que generalmente caracterizan los desarrollos de las viviendas sociales. En este tipo de soluciones también se reducen considerablemente los costos, al limitar la inversión a la infraestructura y los servicios. Con lo que podrían construirse 10.000 viviendas tradicionales podrían construirse en 20.000 y 25.000 viviendas en “barrios verticales”. Urbanísticamente la solución del hábitat denso es también mucho mas apropiada que el modelo de la extensión suburbana, en la que se suman a los problemas de sus habitantes, el aislamiento, la ausencia de servicios y los costos y tiempos de transporte de largas distancias.

¿BARRIOS VERTICALES CONTRA LA CORRUPCION?

Como lo explica Mike Davis en su Libro “Planet of Slums”4 la corrupción siempre ha afectado a distintas escalas la atribución de las viviendas sociales. A través de varios ejemplos en países subdesarrollados Davis explica como las primeras y mejores viviendas son frecuentemente atribuidas a allegados, familiares o amigos de funcionarios de las instituciones que se encargan de su asignación. En su libro también describe como en algunos casos los habitantes deben llegar hasta sobornar a los funcionarios para recibir una vivienda que les ha sido asignada. Poner en las manos de sus habitantes la finalización de sus habitaciones podría limitar los nefastos efectos de la corrupción y el comercio en torno a las viviendas sociales.

PERSPECTIVAS DE FUTURO

A través de los diferentes argumentos expuestos anteriormente podemos interesarnos en los “barrios verticales” como parte de la solución al problema habitacional de Caracas y de Venezuela en general. Esta estrategia aplicada a corto plazo ayudaría a solucionar el déficit habitacional. Ofreciendo rápidamente un hogar seguro y digno a millones de personas.

De amplias aplicaciones, esta estrategia podría mejorar las condiciones de vida de los barrios informales existentes: su alta densidad permitiría liberar espacios para crear plazas, espacios públicos y áreas verdes5 introduciendo la noción de calidad de vida en los barrios.

Reemplazar viviendas deterioradas o en situaciones de riesgo por “barrios verticales” equipados en sus niveles inferiores con escuelas, ambulatorios o bibliotecas6 podrían al mismo tiempo responder al déficit de servicios públicos que caracteriza a los barrios informales. Del mismo modo tales estructuras podrían responder a las victimas de catástrofes naturales gracias a su rápida construcción. Si su ingeniería lo permiten los edificios podrían incluso extenderse verticalmente generando nuevos pisos permitiendo a largo plazo la llegada de nuevos habitantes.

Las posibilidades parecen ser infinitas en estos proyectos en los que se articularía la participación de la comunidad y de los futuros habitantes con el conocimiento de profesionales arquitectos, urbanistas e ingenieros construyendo Utopías de la forma mas vernácula e innovadora a la vez. Imaginemos nuestros barrios, Petare, Las Minas, Las Flores de Catia poblados de esbeltas torres autoconstruidas, brillando en la noche símbolos del progreso entre tantas noches de olvido, trayendo bienestar y prosperidad a los mas desfavorecidos.

Por César SILVA URDANETA

1 “Un edificio invadido se presta para todo” Articulo de Mirelis Morales Tovar publicado en El Universal 2008
2 “Asi se vive en Confinanzas” articulo publicado en el Universal 2008
3 Friedman, Yona. L’architecture de survie, Paris, Editions L’Eclat, 1978
4 Davis, Mike Planet of Slums VersoBooks 2006
5 Como lo explica el Ingeniero Jaime Suárez en el tomo “Deslizamientos en Áreas Urbanas y en Obras de Ingeniería” de su libro «Deslizamientos y Estabilidad de Taludes en Zonas Tropicales» (enteramente disponible en formato PDF) Diferentes estudios han demostrado que reintroducir áreas verdes y árboles previenen la erosión y los deslizamientos en las laderas urbanas así como ayudan a la estabilización de los suelos.
6 En el contexto de las zonas informales la función de los equipamientos públicos sobrepasan la simple noción de servicio publico y constituyen verdaderos asuntos de (re)desarrollo local, así como constituyen verdaderos “recursos estratégicos” en la gestión de problemas sociales como el consumo de drogas y la violencia urbana. Ellos estructuran la organización social del espacio publico y por consecuente actúan directamente en las relaciones sociales.
Fotografias cortesia de Espasa, Urban Think Tank y J. Combari