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Urban Agriculture as an Antidote by Maurits Ruis


In English La Agricultura Urbana como remedio. Por Maurits Ruis. El año 1908 vio el nacimiento del modelo T Ford, el primer automóvil fabricado en serie que era lo suficientemente barato para que los trabajadores que lo construían pudiesen comprarlo. La idea de este automóvil fue concebida el complejo River Rouge de la Ford Motor Company en las afueras de Detroit, y su precio accesible hicieron del T Ford el símbolo moderno de la riqueza y el progreso.

Irónicamente la misma Detroit se convirtió despacio pero inexorablemente en el símbolo moderno de la decadencia, y las visiones de riqueza y prosperidad solo son ahora un recuerdo distante. El fallecimiento de Detroit comenzó tan pronto como 1950, cuando la ciudad estaba en su pico con casi 2 millones de habitantes. Hoy tan sólo quedan 790.000 habitantes.

Este cambio ha tenido un efecto dramático sobre el paisaje urbano de Detroit, que generalmente está siendo descrito como «decaimiento urbano» o «pradera urbana«. Esto es un paisaje de vacío y desolación. Actualmente hay aproximadamente 33,000 parcelas vacías y casas desocupadas y abandonadas, y la tasa de vacante residencial es de aproximadamente 30%. La tierra y  propiedades sin uso alcanzan un tercio del área total de Detroit, 40 millas cuadradas, lo que representa aproximadamente el tamaño de San Francisco 2.

Los Nuevos Slums

(slums en el texto original, la apertura de este termino en ingles lo hace mas apropiado para este articulo que barrio pobre o asentamiento informal. ndlr.)

Las causas principales del decaimiento urbano en los Estados Unidos, como lo es descrito por Christopher Leinberger en The Atlantic, son la crisis hipotecarias y las nuevas tendencias hacia la vida urbana, en oposición a la vida suburbana. En el caso de Detroit, un proceso largo de desindustrialización, despoblación, desinversión y subempleo, así como problemas recientes para los principales motores económicos de Detroit – Ford, Chrysler, y General Motors – son causas adicionales que en conjunto han conducido a un decaimiento urbano sin precedentes.

Independientemente de las causas, las consecuencias de decaimiento urbano para la vida urbana en general son las mismas en todos los casos: desintegración de las comunidades, a devaluación de las habitaciones y el ascenso de la criminalidad, a través del robo y las actividades de bandas. La falta de estructura, control y perspectivas llevan a Leinberger a preguntarse si estamos presenciando la aparición de los nuevos asentamientos informales. 3

Invirtiendo la Espiral

Quizás es exactamente porque Detroit ha sido golpeada particularmente fuerte que esta se ha convertido en la escena de la última tendencia urbana: la agricultura urbana. Detroit actualmente contiene 1200 parcelas de tierras agrícolas 4. Algunos de ellos son granjas urbanas, atravesando varias manzanas de la ciudad, los otros son pequeños espacios privados o jardines comunitarios localizados en los patios traseros o sobre los techos de las casas y edificios residenciales. La tierra usada es a menudo privada, donada por habitantes del lugar o comprada a la ciudad a través de organizaciones benéficas (Harris, ver notas).

La creación de granjas urbanas no se deriva únicamente del idealismo. Monica White, doctora de la Universidad de Estado de Wayne, y un sitio Web de una organización de agricultura urbana al que ella esta afiliada, describen como Detroit sufre de una escasez de supermercados.

La presencia de supermercados es por lo general un buen indicador para las perspectivas de un área, White argumenta. Esta observación también está siendo descrita por Theresa Caldeira, profesor en Berkeley, que describe la aparición de actividad comercial en los asentamientos informales periféricos de San Paulo: » Un buen indicador [de la calidad de vida] es la construcción de una serie de comercios modernos y centros de ocio en la periferia, como lo son los grandes supermercados » 5. Mientras que en San Paulo la presencia de supermercados en los asentamientos informales es una indicación de progreso, en Detroit su ausencia es una indicación de decaimiento.

La ausencia de supermercados o de alimentos frescos – una situación que también describió como «desierto de alimentos» – hace que la población sea dependiente de bodegas, gasolineras, convenience stores (tiendas abiertas veinticuatro horas), licorerías, panaderías, farmacias, y otros lugares. Los alimento vendidos en estos comercios es a menudo de baja calidad:

» La mayor parte de tiendas de ciudad tienen una variedad muy limitada de vegetales frescas y frutas. La mayor parte de productos de alimentación son enlatados, embalados, congelados y/o sumamente procesados. Los productos de alimentación sumamente procesados son nutricionalmente pobres, con exceso de sal y azúcar y grasas dañinas. […] Con respeto a la accesibilidad financiera, los alimentos más baratos son generalmente los mas procesados y dañinos. Los alimentos frescos son más costosos, a pesar de que sean a menudo de mala  calidad. » 6

La seguridad alimentaria parece ser la principal razón detrás de la aparición de las granjas urbanas.

Ventajas

Además de la seguridad alimentaria, la agricultura urbana trae un número de ventajas adicionales en relación con el entorno urbano:

Un tejido urbano mas verde beneficiará el clima urbano. Las suaves superficies verdes contrapesarán las superficies duras de concreto y asfalto, lo que mejorará la capacidad para absorber el agua de lluvia y prevendrá inundaciones y deslizamientos. El verde filtrará el aire de la ciudad del polvo fino, y moderará altas temperaturas, así ayudando a prevenir el efecto de isla de calor. Azoteas vegetalizadas pueden potencialmente ser usadas para filtrar el agua de lluvia y hacerla disponible para su uso en sistemas de aguas grises. Los rayos del sol sobre las azoteas sembradas, generara frescura por evaporación del agua refrescando los interiores, lo que disminuirá la necesidad del aire acondicionado.

Comúnmente, la mayor tensión sometida a la infraestructura vial y a las áreas peatonales no es causada por el tráfico entre habitaciones y puestos de trabajo, pero por el tráfico logístico indispensable para suministrar establecimientos comerciales, como supermercados. Calles más pequeñas, que se prestan más para el empleo por peatones, sólo empeoran el problema. Al no poder ser utilizados por grandes camiones, más y más vehículos pequeños son necesarios para entregar la misma cantidad de carga. La agricultura urbana podría ayudar a relajar la presión sobre la infraestructura pedestre urbana.

La agricultura intensiva ha transformado ecosistemas equilibrados en desiertos de monocultura, aumentando el riesgo de aparición de parásitos e insectos. Similarmente el urbanismo «monocultural» -dominado por la presencia de superficies artificiales – ha aumentado amenazas tales como agentes microbianos, enfermedades y epidemias. La reintroducción de la diversidad biológica a través la agricultura urbana podría potencialmente remediar  al mismo tiempo los efectos negativos tanto de la agricultura intensiva como los del urbanismo «monocultural».

La utilización de la agricultura urbana generara un tejido urbano más diverso, creando oportunidades no disponibles en ciudades más tradicionales. Gracias a la proximidad de los cultivos podrán ser establecidos micro-ciclos en conjunto con funciones residenciales o comerciales. El desecho agrícola por ejemplo puede ser utilizado para producir metano para la energía, y las agua negras puede ser filtradas para producir agua potable, lo que a su vez reducirá las poblaciones de ratas y cucarachas.

Importancia

Históricamente, la agricultura urbana ha sido una actividad cíclica, tendiendo a ser más popular en tiempos de crisis. En ambas guerras mundiales por ejemplo, la gente en los Estados Unidos y el Reino Unido utilizó sus patios traseros para cultivar alimentos, los llamados «Victory Gardens«. Dickson Despommier, profesor de Columbia University, argumenta que, frente al actual crecimiento vertiginoso de la población mundial, estamos entrando en una era en la cual las crisis (de alimentos) serán estructurales más que secundarias (una noción que  es casualmente compartida por los militares 7). Los factores que complican aun mas esta situación son la escasez de recursos (la tierra arable, el alimento, el agua), el cambio climático, y los conflictos (geopolíticos ndlr). También, los fluctuantes precios del petróleo que es considerado como el factor más dominante en la determinación de los precios de productos alimentarios. Por lo tanto, Despommier argumenta que deben buscarse métodos para cultivar la tierra alternativos a la práctica actual de la agricultura a gran escala. 8

La idea general de Despommier apunta a formas alternativas de agricultura. El mismo promueve activamente el concepto de la Agricultura Vertical , que consiste en la superposición vertical de tierras de cultivo en edificios altos en un contexto urbano, desarrollando a mayor escala el principio de la agricultura en invernaderos. Su idea ha ganado entusiasmo y han habido rumores sobre proyectos de granjas urbanas en Dubai y Las Vegas. Sin embargo, aunque la agricultura defendida por Despommier parezca sensata y viable, las granjas verticales han fallado en materializarse hasta la fecha, lo que puede deberse a su alta dependencia al financiamiento externo y a una tecnología mas bien sofisticada (más aquí).

En este contexto, estrategias para la puesta en práctica de una agricultura urbana colectiva, como esta siendo iniciado en Detroit, es un asunto de urgencia.

Escepticismo

La seguridad alimentaria generalmente no mueve los intereses de los que tienen el poder de influir en la tela urbana, como los promotores comerciales y los gobiernos municipales. Sus intereses son económicos. En la teoría, la agricultura urbana puede tener la capacidad de regenerar la ciudad, lo que a su turno podría estimular la inversión y generar ingreso fiscal.

Considere la práctica actual de las ejecuciones de hipotecas, en las cuales hay sólo los perdedores. Las empresas de hipoteca son abandonadas con propiedades vacantes en vecindades que se degeneran, y los inquilinos se quedan sin hogar. Las empresas de hipoteca se beneficiarían de deudores mas estables y más invulnerables al desequilibrio económico, ya que esto les permitiría seguir realizando sus pagos mensuales. En este sentido, la agricultura urbana hace propietarios menos dependientes de los caprichos de la economía y de los precios siempre en alza de los alimentos

Sin embargo, aunque hayan muchas pruebas anecdóticas, faltan evidencias sólidas que demuestren si la agricultura urbana realmente funciona. Cuestionando si esto no es simplemente un acto de desesperación, dilema con el que lucha actualmente el gobierno de Detroit. Este ultimo se ha comprometido en demoler 10,000 edificios residenciales abandonados, – 3,000 hacia el final de 2010 – para dar lugar a más espacios verdes en todas partes de la ciudad, fallando con el objetivo hasta el momento sólo 784 estructuras han sido demolidas (Saulny).

A pesar de estas duda, la agricultura urbana es todavía un verdadero acontecimiento debido al esfuerzo colectivo. La gente de Detroit puede lograr lo qué su gobierno fallado, regenerar una ciudad en el decaimiento.

Los viejos Slums

Si la agricultura urbana tarde o temprano demuestra ayudar al regenerar “los slums de Detroit”, esto también proporcionará una estrategia para regenerar “los viejos” slums o asentamientos informales que se encuentran en las periferias de ciudades de sur. La autosuficiencia  través de la agricultura urbana y la seguridad alimentaria (y entonces económica ndlr.) puede ser un catalizador para la riqueza y el progreso. Al ser factores decisivos en la interacción entre tendencias socioeconómicas y el entorno construido, Los arquitectos y urbanistas tienen un rol muy importante que ejercer. Ellos tendrán que proponer tipologías arquitectónicas y estrategias urbanas innovadoras que integren la agricultura urbana, lo que finalmente ayudará a la agricultura urbana ‘a echar raíces’.

  1. Saulny, S. (2010). Razing the City to Save the City, New York Times. 
  2. Harris, P. (2010). Detroit Gets Growing, The Observer. 
  3. Leinberger, C.B. (2008) The Next Slum?, The Atlantic. 
  4. DiNovella, E. (2010). The Greening of Detroit, The Progressive. 
  5. Caldeira, T.P.R. (2000). City of Walls, University of California Press, p. 136 
  6. White, M.M. (2010). D-Town: African American Farmers, Food Security and Detroit, Black Agenda Report. 
  7. Graham, S. (2010). Cities Under Siege: The New Military Urbanism, Verso Books. 
  8. Despommier, D. (2010) The Vertical Farm: Reducing the impact of agriculture on ecosystem functions and services.